Après coup (2017)

“Après coup” (Después del golpe) es una experiencia cinematográfica que, lejos de ofrecer consuelo, se instala en el espectador como un inquietante susurro en la mente. La película, dirigida por Anne Émond, no se aventura en territorios fáciles de la melodramática sanación, sino que se adentra en las profundidades del trauma y la culpa, tejiendo una narrativa que es a la vez perturbadora y, en última instancia, cautivadora. Laurent Lucas ofrece una interpretación magistral, entregando un protagonista roto y desorientado, consumido por el peso de un pasado que parece imposible de dejar atrás. Su mirada, llena de dolor y desesperación, es el eje central de la película y Lucas la transmite con una vulnerabilidad que es, a la vez, desgarradora y convincente.

La premisa de la película – un hombre que busca comunicarse con los espíritus después de un accidente devastador – podría fácilmente haber derivado en una película de terror barato o en un ejercicio de pretensión espiritual. Sin embargo, Émond y su equipo la manejan con una delicadeza sorprendente. La película no busca respuestas fáciles al dolor, sino que se centra en la necesidad humana de encontrar sentido y, posiblemente, redención en un mundo que parece haberlo negado. La presencia de Laurence Dauphinais y Mohsen El Gharbi como entidades comunicativas añade una capa de ambigüedad y misterio, sin nunca convertirse en un elemento de sustos superfluos. La comunicación con los “espíritus” se presenta como una búsqueda, no como una resolución.

La dirección de Anne Émond es, en su mayoría, impecable. La película utiliza el silencio y la fotografía en blanco y negro para crear una atmósfera opresiva y llena de tensión. Los planos largos, la iluminación sombría y la música, sutil pero efectiva, contribuyen a generar una sensación de incomodidad constante. El guion, escrito por Émond y François Prasse, es deliberadamente lento, permitiendo que las emociones y los pensamientos del protagonista se revelen gradualmente. Si bien la lentitud podría ser vista como un defecto por parte de algunos espectadores, para mí fue un elemento esencial para la construcción del mundo y la inmersión en la psique del personaje. La incorporación de Natacha Mitrani como una figura clave, una investigadora que intenta comprender lo inexplicable, añade una dimensión más compleja a la trama, planteando interrogantes sobre la ciencia, la fe y los límites de la razón.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. A veces la lentitud se torna excesiva, y algunas escenas podrían haber sido condensadas sin perder su impacto emocional. Además, el final, aunque sugerente, deja algunas preguntas sin respuesta, lo que podría resultar frustrante para aquellos que buscan un desenlace más claro. A pesar de estos pequeños inconvenientes, "Après coup" es una película provocadora y memorable, que explora temas profundos con una honestidad y una valentía notables. Es un trabajo que invita a la reflexión y que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han terminado de rodar.

Nota: 7.5/10