Aquí entre nos (2012)

“Aquí entre nos” es un drama doméstico que, en lugar de buscar la espectacularidad o la trama retorcida, se fija en la lenta y dolorosa erosión de una relación y el descubrimiento de la verdad en el silencio de la rutina. La película, dirigida por Oriol Paulo, logra construir una atmósfera de tensión palpable desde sus primeros minutos, no a través de sustos baratos, sino a través de una dirección meticulosa que explota el espacio y el lenguaje corporal de los personajes para insinuar un peligro inminente.

La historia, centrada en Rodolfo (Javier Gutiérrez), un hombre que decide rechazar su trabajo y cuestionar su matrimonio, no se presenta como un thriller de suspense convencional, aunque la trama que se va desplegando es ciertamente intrigante. El guion, escrito por Oriol Paulo y Juan Carlos Montero, no se aventura a predecir los pasos del protagonista, sino que permite al espectador participar activamente en la búsqueda de la verdad. La paciencia es una virtud esencial para disfrutar de esta película, ya que el ritmo es deliberadamente pausado, otorgando importancia a los pequeños detalles, a las miradas, a las conversaciones aparentemente triviales que encierran secretos profundos.

Javier Gutiérrez ofrece una interpretación sobresaliente. Su Rodolfo es un hombre agotado, marcado por la frustración y la incertidumbre. Su actuación es sutil pero contundente, transmitiendo a la perfección el conflicto interior que lo consume. La química entre Gutiérrez y Clara Lago, quien interpreta a su esposa, es notable. La relación entre ambos personajes se vuelve cada vez más compleja y ambigua a medida que avanza la historia. La mirada de Lago, a menudo llena de sospecha y dolor, es el elemento que más atrapa la atención. Además, la película consigue evocar una sensación constante de incomodidad, un escalofrío que se siente más en el alma que en la sangre.

Sin embargo, es importante señalar que la película no escapa a algunas críticas. El guion, aunque interesante, puede resultar un tanto lento para algunos espectadores, y la resolución de la trama, aunque satisfactoria, puede resultar un poco forzada. La constante imposición de pistas y sospechas a veces puede sentirse un tanto artificial, y la necesidad de mantener al espectador en vilo, a veces, se convierte en un truco narrativo que sacrifica la profundidad emocional del relato. No obstante, la atmósfera opresiva y las actuaciones sólidas prevalecen, ofreciendo una experiencia cinematográfica interesante y provocadora.

En definitiva, “Aquí entre nos” es una película que invita a la reflexión sobre las dinámicas familiares, la comunicación y los secretos que se guardan entre las paredes de un hogar. No es una película para todos los públicos, pero para aquellos que aprecien un drama realista y bien construido, con actuaciones convincentes y una dirección cuidada, merece la pena verla.

Nota: 7/10