Ardaas Karaan (2019)

*Ardaas Karaan* no es una película grandilocuente, ni pretendidamente trascendente. Es, en cambio, una película que reside en la sutil belleza de la conexión humana y la persistencia de los valores tradicionales en un mundo que parece querer diluirlos. Dirigida por Randeep Rai, la película se centra en la problemática crisis familiar que sacude a Gippy Grewal, Meher Vij y Gurpreet Ghuggi, quienes se ven obligados a asumir un papel crucial: guiar a sus nietos, Ardaas y Jasleen (interpretados magistralmente por Japji Khaira y Amardeep Baweja), a través de un momento de profunda crisis personal.

La película se construye lentamente, cultivando la atmósfera de tensión y melancolía con una dirección de fotografía cuidada y una banda sonora que evoca la nostalgia y el arraigo a la tierra. Randeep Rai demuestra una sensibilidad notable al capturar la mirada de los ancianos, transmitiendo una carga de historias y experiencias que ponderan cada decisión. La película no busca soluciones fáciles ni un final teatralmente espectacular; más bien, se enfoca en el proceso de aprendizaje y la importancia de la comunicación, especialmente entre generaciones. El diálogo, aunque a veces un poco lento, es auténtico y refleja la forma de hablar y pensar de un sector de la población que ha sido históricamente marginado.

Las actuaciones son, en general, sobresalientes. Gippy Grewal, Meher Vij y Gurpreet Ghuggi aportan una enorme credibilidad a sus personajes, ofreciendo interpretaciones honestas y emotivas. Japji Khaira, como Ardaas, se destaca por su vulnerabilidad y su lucha interna, entregando una actuación conmovedora que es el corazón de la película. Amardeep Baweja complementa a Khaira, mostrando la inquietud y el deseo de comprensión de una generación que busca su propio camino. No obstante, la película podría haber beneficiado de un desarrollo más profundo de algunos personajes secundarios, cuya presencia se sentía a veces un poco fugaz.

El guion, aunque no está libre de clichés en algunos momentos, logra transmitir un mensaje poderoso sobre la importancia de mantener vivas las tradiciones, la fuerza de la familia y la necesidad de proteger los valores ancestrales frente a la creciente influencia del mundo moderno. La película no juzga a nadie, sino que ofrece una mirada empática a las dificultades que enfrentan las familias en situaciones complejas. La resolución, aunque no es dramática, es genuina y honra la esencia de la historia. En última instancia, *Ardaas Karaan* es una película que te deja con una sensación de calidez y la confirmación de que, a pesar de los tiempos cambiantes, los lazos familiares y los valores ancestrales siguen siendo pilares fundamentales para el bienestar humano.

Nota: 7/10