Arlington Road, temerás a tu vecino (1999)

“Arlington Road, temerás a tu vecino” ( Arlington Road) es un thriller psicológico que, si bien no llega a ser una obra maestra, ofrece una experiencia entretenida y, sobre todo, inquietante. La película, dirigida por Richard Donner y estrenada en 1999, se apoya en un concepto sólido: el miedo a lo desconocido y la desconfianza en lo que nos rodea. Pero es en su ejecución donde la película se muestra a veces desigual, oscilando entre momentos de tensión genuina y pasajes que, lamentablemente, palidecen en comparación.

La historia se centra en Michael Harvey (Woody Harrelson), un profesor de derecho consumido por el dolor tras la repentina muerte de su esposa. La llegada de los nuevos vecinos, los Hunts (interpretados por John Turturro y Virginia Madsen), con su comportamiento enigmático y su aparentemente impecable vida, supone una vía de escape para Michael y su hijo Grant. La actuación de Harrelson es, sin duda, el punto más fuerte de la película. Logra transmitir con convicción el dolor, la paranoia y la creciente sospecha de un hombre al borde del colapso. Turturro y Madsen, por otro lado, contribuyen a la atmósfera de incertidumbre con interpretaciones sutiles y ambiguas, aunque a veces su caracterización se siente un poco estereotipada. La dinámica entre las familias se construye con cuidado, permitiendo al espectador, junto con Michael, preguntarse constantemente si está cruzando la línea entre la intuición y la locura.

El guion, escrito por Ehren Kruger, presenta una trama compleja que se desarrolla a un ritmo medido. La película no se apoya en sustos fáciles o violencia gráfica, sino en la manipulación psicológica y la construcción de la tensión. Sin embargo, el guion presenta algunos puntos débiles. Algunos diálogos se sienten forzados y la resolución final, aunque efectiva, puede resultar algo abrupta para algunos espectadores. La película explora temas como la paranoia, la verdad, la mentira y el impacto del duelo, pero no profundiza en ellos lo suficiente como para dejar una huella duradera. El uso de la ambientación de Arlington, Virginia, contribuye a crear una atmósfera de opulencia y tranquilidad que contrasta con el miedo que se está gestando bajo la superficie.

A pesar de sus defectos, “Arlington Road” es una película que merece la pena ver, especialmente para aquellos amantes del thriller psicológico. La dirección de Donner es competente, creando una atmósfera tensa y misteriosa. La banda sonora, de James Newton Howard, es especialmente efectiva, subrayando la sensación de inquietud. La película consigue generar una sensación de incomodidad y desconfianza en los personajes, y te mantiene enganchado hasta el final. En definitiva, es un thriller inteligente que, aunque no reinventa la rueda, ofrece una experiencia cinematográfica recomendable.

Nota: 7/10