Armas invencibles (Police Story) (1985)

“Police Story”, la ópera de acción de Paul Fezzi, es mucho más que un simple vehículo para exhibir trucos de kung-fu; es una explosión de energía incesante que se ha mantenido, sorprendentemente, fresca y entretenida a lo largo de los años. La película, estrenada en 1985, no solo sentó las bases para la popularidad de la franquicia, sino que también demostró el potencial de Hollywood para apropiarse con éxito de las películas de artes marciales chinas, aunque con el condimento propio del cine de acción occidental.

La dirección de Fezzi es precisa y decidida. No se anda con rodeos en la entrega de la acción, lo que se traduce en secuencias coreografiadas al límite de lo imposible, con coreografías innovadoras para su época. Observar las escenas de lucha, especialmente las que involucran escaleras, vehículos y edificios, es un festín visual. Sin embargo, lo que realmente distingue a “Police Story” es su ritmo implacable. La película nunca se detiene a descansar, manteniendo un flujo constante de acción y persecución que puede resultar abrumadora para el espectador menos familiarizado con el género.

Jet Li, en su debut cinematográfico, ofrece una actuación cautivadora como Kevin Lee, el policía implacable. Su habilidad física es evidente, por supuesto, pero su interpretación va más allá de lo puramente físico. Lee transmite una intensidad y una determinación genuinas, y logra que el espectador se identifique con su misión de proteger a la testigo. La relación entre Kevin y la testigo, interpretada por Jaclyn Chan, es otro elemento crucial de la película. Aunque el romance no es el foco principal, la dinámica entre los dos personajes aporta una capa de humanidad a la historia, reforzando la inversión emocional del público.

Si bien la película se beneficia enormemente de la dirección visual y las acrobacias espectaculares, el guion, en su esencia, es bastante simple. La trama se centra en la persecución del capo de la droga y la protección de la testigo, pero se desarrolla de una forma deliberadamente directa. Los diálogos son funcionales y no buscan profundizar en las motivaciones de los personajes. El guion es, en gran medida, un catalizador para la acción, permitiendo que las habilidades de Jet Li brillen con todo su esplendor. A pesar de esta simplicidad narrativa, el ritmo y la intensidad de la acción compensan con creces cualquier posible deficiencia en el desarrollo de la trama.

A pesar de sus limitaciones en cuanto a la profundidad del guion, “Police Story” es una película admirable. Es un hito en el género de acción, demostrando que la gracia y el temple en el arte marcial pueden ser tan impresionantes como la violencia gratuita. La película continúa siendo un espectáculo visualmente deslumbrante y una prueba del talento de Jet Li. Es una película para ver y disfrutar, sin importar la edad del espectador, y un ejemplo perfecto de cómo la acción bien ejecutada puede superar cualquier deficiencia en la historia.

Nota: 8/10