As de plumas (1983)

“As de plumas” (Feathers of a Fighter) es una comedia que, en su afán por sorprender, termina resultando más caótica que divertida. La premisa, la de un piloto de NASCAR que se rebela contra el merchandising grotesco y las expectativas de su patrocinador, presenta un potencial argumental interesante que, lamentablemente, se ve diluido en un exceso de situaciones absurdas y diálogos forzados. El director, David Ayers, demuestra una habilidad técnica notable, especialmente en la planificación de las escenas de acción de carreras, que son visualmente impactantes y generan una sensación de adrenalina convincente. Sin embargo, la película parece priorizar la cantidad sobre la calidad, recargando la trama con elementos innecesarios y personajes secundarios poco desarrollados.

Ryan Reynolds ha escalado posiciones en la comedia con esta película. Su carisma natural y su capacidad para llevar la comedia auto-depreciativa se aprovechan al máximo. Reynolds ofrece una interpretación descaradamente divertida y, a menudo, profundamente vergonzosa, como el piloto Jake Spivey, un hombre al que le han robado la ilusión de la vida. Le aporta un equilibrio interesante al personaje, mostrando tanto su frustración y resentimiento como su vulnerabilidad. El resto del reparto, incluyendo a Holt McCallany y Margot Robbie (con un papel limitado pero efectivo), contribuye, en su medida, a la atmósfera general de la película, aunque sus personajes se quedan a menudo en arquetipos poco explorados.

El guion, escrito por Michael Schur y Jared Weiss (autores de "The Office"), se basa en un humor verbal que a veces funciona muy bien, especialmente en las situaciones más absurdas y las interacciones con el patrocinador, un gigante, obviamente, de pollo frito. Pero la estructura narrativa es problemática. Las constantes intercepciones con el pasado del personaje y las múltiples subtramas se sienten forzadas, ralentizando el ritmo y despegando la tensión. La película se pierde en una maraña de personajes secundarios y situaciones secundarias que no contribuyen significativamente a la historia principal. Se intenta crear un humor negro, pero a menudo se siente superficial y explotador, sin profundizar en las implicaciones emocionales de la situación del protagonista.

Ayers juega con el contraste entre la pompa y el espectáculo del mundo de las carreras y la degradación visual del traje de pollo. Esta yuxtaposición es efectiva y, en ocasiones, consigue generar momentos memorables. La dirección de fotografía es sólida y contribuye a crear una atmósfera visualmente atractiva, aunque a veces se ve abrumada por el exceso de efectos especiales. La banda sonora, con canciones de los 80, aporta un toque de nostalgia y refuerza la estética retro de la película. En definitiva, “As de plumas” es un intento de comedia con ambición, pero que, al final, no logra alcanzar el nivel de brillantez que promete su premisa.

Nota: 6/10