Asesinos (2015)

“Asesinos” (Assassins), de Ryuhei Watanabe, es una película que, a pesar de su modesto presupuesto y su ambientación en un período histórico específico, logra tejer una historia de intrigas, traiciones y supervivencia en la lucha contra la opresión. La película, que se sitúa en la Corea ocupada por Japón en 1933, ofrece una visión fresca y visceral de la resistencia coreana, alejándose de los clichés habituales de este género.

La dirección de Watanabe es notable por su capacidad para crear una atmósfera de tensión constante. La película no se basa en explosiones ni persecuciones cinematográficas ostentosas, sino en un ritmo pausado y una meticulosa construcción de suspense. Watanabe se centra en los rostros de sus personajes, utilizando la iluminación y la composición de los planos para enfatizar la angustia, la desesperación y la incertidumbre. La fotografía, en particular, es excelente, capturando la belleza sombría de Corea y la brutalidad de la ocupación japonesa. La película posee un estilo visual que evoca las películas de Ken Loach, con un realismo crudo y una honestidad sin concesiones.

Las actuaciones son, en general, sólidas. La actriz principal, Lee Mi-so, como la protagonista, entrega una interpretación convincente y matizada. Su personaje, un individuo atormentado por su pasado y comprometido con la causa de la resistencia, evoluciona a lo largo de la trama, mostrando una mezcla de fuerza y vulnerabilidad. El resto del elenco también cumple con creces, ofreciendo personajes complejos y realistas, con motivaciones claras y conflictos internos que los hacen creíbles. Particularmente, el actor que interpreta al comandante japonés, aunque no se le da mucho tiempo en pantalla, genera una presencia inquietante y amenazante.

El guion es, quizás, el punto más fuerte de la película. No se conforma con una simple historia de venganza. La trama, aunque sencilla en su estructura, está repleta de matices y giros inesperados. Watanabe explora las complejidades morales de la resistencia, mostrando que no siempre hay héroes y villanos claramente definidos. Se plantea la pregunta de si el fin justifica los medios, y de cómo la guerra puede corromper incluso a aquellos que luchan por la libertad. La película consigue, además, mostrar la vida cotidiana de la población coreana bajo la ocupación, con escenas que revelan la dura realidad de la vida bajo el yugo japonés. Es una película que obliga al espectador a reflexionar sobre la importancia de la memoria histórica y el precio de la libertad. La narrativa, aunque no siempre lineal, es absorbente y mantiene la atención del público hasta el final.

En definitiva, "Asesinos" es una película valiosa y bien hecha, que merece ser vista. No es un blockbuster, pero ofrece una experiencia cinematográfica inteligente y conmovedora. Es una película que, a pesar de sus limitaciones presupuestarias, demuestra la capacidad de una pequeña película para generar impacto.

Nota: 8/10