Assassin's Creed (2016)

“Assassin’s Creed” es una película que, en última instancia, se queda a medio camino entre la ambición y el resultado. La premisa, adaptada de la popular franquicia de videojuegos, tiene un potencial narrativo considerable: la fusión de historia y acción, la exploración de una sociedad secreta milenaria y la lucha entre el bien y el mal. Sin embargo, la película se ve sobrecargada de elementos y, en su afán por abarcar la vasta historia de los Asesinos, pierde la capacidad de conectar emocionalmente con el espectador.

El guion, escrito por Shannon Lorio, Michael Finch y Corey Holloway, es la mayor debilidad de la cinta. Intenta combinar elementos del pasado y el presente de manera poco convincente. Las escenas de acción, inspiradas en los videojuegos, son espectaculares visualmente, con coreografías impresionantes y efectos especiales de gran factura. No obstante, carecen de un propósito claro dentro de la narrativa general. Se sienten como añadidos decorativos, más centrados en la ostentación de habilidades de combate que en el desarrollo de la trama. La historia de Callum Lynch, interpretado por Michael Fassbender, se siente diluida en la constante alternancia entre el presente y la España del siglo XV, donde Aguilar, con una interpretación decente de Fassbender también, lucha contra la Inquisición. Esta división temporal, aunque interesante en principio, termina generando desconexión y dificultando la inmersión en la historia.

Afortunadamente, las actuaciones son un punto fuerte. Fassbender ofrece una interpretación sólida como Aguilar, logrando transmitir la nobleza y la determinación del personaje. Marion Cotillard, como la Reina Isabel de Castilla, aporta un aire de misterio y amenaza al imperio, y su presencia es crucial para la trama. El resto del reparto, incluyendo a Jamie Dornan como Callum, no logra destacar demasiado, aunque todos cumplen con su papel. El vestuario y la dirección artística son impecables; la recreación de la España del siglo XV es notablemente detallada y evoca con precisión la época. La fotografía es dinámica y utiliza el color de manera efectiva para diferenciar los dos períodos de tiempo.

Sin embargo, a pesar de los avances técnicos y visuales, la película no consigue la profundidad ni el impacto emocional que merecía. El conflicto entre los Asesinos y los Templarios, la eterna lucha por el control del conocimiento, se siente superficial. El desarrollo de los personajes es limitado, y las motivaciones de los villanos, en particular los Templarios, carecen de la complejidad necesaria para hacerlos realmente amenazantes. La película ofrece un resquicio de la filosofía de la franquicia, pero no explora adecuadamente los dilemas morales que plantea el concepto de la memoria genética. En esencia, “Assassin’s Creed” es una película de acción entretenida que, aunque visualmente impactante, no logra trascender la mediocridad narrativa. El potencial de la historia queda insatisfecho, dejando al espectador con una sensación de "podría haber sido mucho mejor".

Nota: 6/10