Asuntos de familia (2009)

“Asuntos de Familia” (Family Matters) es, en última instancia, un retrato agridulce y, a veces, incómodo de una familia norteamericana profundamente imperfecta. La película, dirigida con una sensibilidad a veces brusca por Robert Greenfeld, no se conforma con la comedia fácil; se adentra en las grietas y las sombras de los Rizzo, revelando una realidad mucho más compleja que la que sugiere la premisa inicial de un reencuentro familiar. Lo que comienza como una situación potencialmente caricaturesca, rápidamente se convierte en una exploración de las consecuencias de las decisiones pasadas y el peso del estigma.

Andy García, como Vince Rizzo, ofrece una actuación memorable. García no se limita a ser el padre gruñón y enojado; logra un equilibrio delicado entre el resentimiento, la culpa y una anhelo profundo por la conexión. Su interpretación captura la desesperación de un hombre que ha construido un muro alrededor de su corazón después de un error en el pasado. El resto del reparto también cumple con creces. Patricia Arquette, en el papel de la esposa, aporta una quietud amenazante, un nervio palpable que sugiere que las tensiones bajo la superficie son aún más profundas de lo que aparentan. Los hermanos Rizzo, incluyendo a la sorprendente y carismática Jennifer Tilly como la enigmática y peculiar tía, se sumergen en sus personajes con una naturalidad que hace que sus peculiaridades sean tanto cómicas como conmovedoras.

El guion, coescrito por Robert Greenfeld y Brian Wagner, es lo que realmente eleva la película. Evita caer en la comedia de situación convencional, optando por un ritmo más pausado y una profundidad emocional que pocos dramas familiares logran. Las secuencias de diálogo son particularmente destacables, repletas de observaciones mordaces y un humor negro sutil que se insinúa en lugar de ser abiertamente escandaloso. La película no rehúye de temas delicados como el abuso de sustancias, la infidelidad y la dificultad para perdonar, abordándolos con honestidad y sin sensacionalismo. La revelación del fetiche de Vinnie Jr. es manejada con sensibilidad y no se utiliza simplemente para generar chistes fáciles; en su lugar, sirve para ilustrar la complejidad de la identidad y la lucha por la aceptación. Es una decisión narrativa arriesgada, pero que se compensa con la inteligencia y la empatía del guion.

Sin embargo, la película no está exenta de fallas. Algunos momentos pueden sentirse ligeramente exagerados, especialmente en el segundo acto, y el ritmo puede ser irregular. A pesar de ello, “Asuntos de Familia” es una película inteligente, reflexiva y, sobre todo, humana. Es una película que te invita a mirar más allá de la superficie y a cuestionar las ideas preconcebidas sobre lo que constituye una familia.

Nota: 7.5/10