Atatürk 1881 - 1919 (2023)

“Atatürk 1881 - 1919” no es simplemente un biopic; es una meditación sobre el forjamiento de un mito. La película de Can Demirer y emin Soylu, lejos de idealizar a Mustafa Kemal Atatürk, opta por una aproximación sutil pero poderosa, presentando un retrato de un hombre complejo, impulsado por un idealismo férreo y marcado por una amalgama de ambiciones personales y un profundo sentido de responsabilidad para con su nación. Aras Bulut İynemli, en el papel principal, ofrece una interpretación magistral, transmitiendo la determinación silenciosa y la vulnerabilidad que reside detrás de la figura icónica. Su actuación no se basa en la grandilocuencia, sino en una palpable lentitud, en el peso de las decisiones y en la carga que carga la joven promesa de un futuro para Turquía.

La dirección, precisa y detallada, logra plasmar con maestría el ambiente de la época, desde las provincias de Malkara y Thessaloniki hasta los confines del Imperio Otomano. Se siente el polvo de la tierra, la tensión social, el fervor nacionalista, todo ello contribuyendo a una atmósfera envolvente que transporta al espectador a la Turquia de finales del siglo XIX y principios del XX. No se recurre a excesivos efectos especiales, sino a la observación meticulosa y la fotografía evocadora, que capturan la belleza melancólica de las tierras y la crudeza de la vida cotidiana. La película se centra en los primeros años de Atatürk, en su formación militar, sus relaciones amorosas, sus disputas con el establecimiento y sus primeros pasos hacia la rebelión. No se nos presenta una figura ya hecha, sino un hombre en proceso de convertirse en el líder que transformaría el país. Las escenas de combate, aunque escasas, son realistas y brutales, reflejando la guerra y la inestabilidad de la época.

El guion, co-escrito por Can Demirer, emin Soylu y otros, se destaca por su riqueza de detalles y por su habilidad para integrar eventos históricos clave con elementos de drama personal. La película no rehúye de las complejidades de la personalidad de Atatürk, mostrando sus dudas, sus errores y sus momentos de fragilidad. El romance con Zübeyde Hanım, interpretada con naturalidad por Songül Özdilek, se presenta no como una simple historia de amor, sino como un pilar fundamental de su fortaleza y su motivación. Si bien el ritmo es algo pausado, lo que podría resultar un inconveniente para algunos espectadores, contribuye a profundizar en la psique del protagonista y en las tensiones internas que lo impulsan. La película evoca una sensación de urgencia, de un país al borde del cambio, donde el destino de una nación está en manos de un solo hombre.

Sin embargo, la película no es perfecta. Algunas escenas podrían beneficiarse de una mayor dinámica, y la resolución de algunos conflictos podría haber sido más elaborada. No obstante, “Atatürk 1881 - 1919” es, en última instancia, un filme comprometido y bien ejecutado que ofrece una perspectiva refrescante sobre la vida de una figura histórica fundamental. Es una película que invita a la reflexión y que merece ser vista por cualquier persona interesada en la historia de Turquía y en las raíces de su modernización.

Nota: 8/10