Ático sin ascensor (2014)

(EN) · Drama · 1h 32m

Un historia sobre la tercera edad.

Póster de Ático sin ascensor
Media
6.0 /10

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Disponible en

Dónde ver Ático sin ascensor

La película Ático sin ascensor está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Filmin, Acontra Plus, Acontra Plus Amazon Channel. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

Ruth y Alex llevan viviendo más de cuarenta años en el mismo apartamento del East Village de Nueva York. Cuando planean mudarse a otro lugar, recuerdan todos los momentos que han vivido allí, mientras esperan que lleguen las ofertas de posibles compradores.

Ficha de la película

Título original

Ático sin ascensor


Estreno


Géneros

Idioma original

EN



Guionista

Morgan Freeman, Curtis Burch, Lori McCreary, Tracy Mercer, Charlie Peters


Reparto principal de Ático sin ascensor

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Ático sin ascensor.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Ático sin ascensor

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Ático sin ascensor. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Carlos Méndez
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“Ático sin ascensor” no es una película que se asiste; es una experiencia que se internaliza. Dirigida por Albert Dupont-Smith, la cinta no busca deslumbrar con efectos especiales o tramas intrincadas, sino que se centra en la construcción paciente y meticulosa de una relación a lo largo de más de sesenta años, la observación sutil de un matrimonio que ha visto nacer y morir décadas de cultura y cambios sociales en el corazón del East Village. La película, en su esencia, es un estudio de personajes, un retrato íntimo de Ruth y Alex, una pareja de ancianos que se encuentran atrapados en el pasado mientras esperan pacientemente la venta de su apartamento, un hogar que ha sido testigo de su vida y la de muchos otros.

La dirección de Dupont-Smith es magistral en su sencillez. Evita la melodramatización, permitiendo que las emociones broten de forma natural, a través de pequeños gestos, miradas fugaces y conversaciones cotidianas. La película se basa en la quietud, en el silencio entre las palabras, en la sensación de que la historia se desarrolla no a través de grandes eventos, sino a través de la acumulación de recuerdos y el lento desgaste del tiempo. La fotografía de Claire Mathon es exquisita, utilizando una paleta de colores apagados y tonos tierra que evocan la atmósfera melancólica del apartamento y la edad de sus habitantes. No hay escapes visuales grandilocuentes; la belleza reside en la observación precisa y el detalle minucioso.

Las actuaciones son, sin duda, el punto fuerte de la película. Sandrine Bonnaire y Michel Piccoli ofrecen interpretaciones conmovedoras y, a la vez, extremadamente sutiles. Bonnaire, como Ruth, transmite una profunda tristeza y una innegable fortaleza. Su personaje, a pesar de su evidente fragilidad, es el núcleo emocional de la película. Piccoli, por su parte, aporta una mezcla perfecta de ternura y ironía a Alex, un hombre que ha sobrevivido a incontables cambios y que se aferra al pasado con una tenaz determinación. La química entre los dos actores es palpable, permitiendo que la audiencia se sienta profundamente involucrada en su relación. No se trata de un romance apasionado; se trata de un amor silencioso, arraigado en la convicción de que han compartido una vida entera, con sus alegrías y sus desilusiones.

El guion, adaptado de la obra de teatro de Harold Pinter, es brillante en su economía. Evita la sobreexplicación y permite que los diálogos, aunque a menudo incompletos y fragmentados, revelen la profundidad de la relación entre Ruth y Alex. La película explora temas universales como la memoria, el tiempo, el arrepentimiento y la aceptación. No ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas incómodas sobre el significado de la vida y el precio del amor. La forma en que la película integra la historia del apartamento – los inquilinos, las visitas, los cambios – como un elemento central de la narrativa es particularmente interesante, mostrando cómo un lugar puede convertirse en un microcosmos de la experiencia humana.

“Ático sin ascensor” es una película que permanece en la mente mucho después de que los créditos han terminado. Es una meditación sobre el amor, la pérdida y el paso del tiempo, un homenaje a las relaciones humanas que resisten la prueba del tiempo. No es un espectáculo, sino una invitación a la introspección.

Nota: 8/10

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