Atrapada en las profundidades (2020)

“Atrapada en las profundidades” (Adrift) no es simplemente una película de supervivencia; es una prueba de resistencia emocional y una meditación sobre la fragilidad de las relaciones humanas. La película, dirigida con una precisión casi quirúrgica por Baltasar Kjellgren, se sumerge en la atmósfera gélida y la soledad implacable del norte de Noruega, creando un ambiente opresivo que refleja el estado anímico de las protagonistas. La fotografía, en gran parte, es el protagonista silencioso de la película, capturando la belleza salvaje y a la vez amenazante del paisaje, con una paleta de colores desértica y un uso magistral de la luz natural que intensifica la sensación de aislamiento.

El guion se centra en la relación entre Ida y Tuva, interpretadas por Alicia Vikander y Léa Seydoux. La química entre las dos actrices es el corazón de la película. Vikander ofrece una interpretación particularmente convincente como Ida, una mujer atormentada por el pasado y luchando con sus propios demonios. Su vulnerabilidad, combinada con una determinación férrea, la convierte en una heroína imperfecta pero profundamente humana. Seydoux, por su parte, proporciona una contrapunto en términos de fuerza y pragmatismo, aunque su personaje también exhibe señales de desesperación. La relación entre las hermanas, compleja y a menudo tensa, es el motor de la historia. La película explora con una sutileza inquietante los silencios, las frustraciones y los actos de amor oculto que pueden surgir en situaciones extremas. La tensión no se basa en sustos baratos, sino en la escalofriante certeza de que cada decisión puede ser la última.

La dirección de Kjellgren logra un equilibrio impecable entre el drama psicológico y la narrativa de supervivencia. No hay tiroteos ni explosiones; la amenaza reside en el frío, la escasez y la creciente desesperación. La película se toma su tiempo para construir la tensión, permitiendo que la angustia de las protagonistas resulte palpable. El ritmo, aunque pausado, es deliberado, y cada escena está cuidadosamente calibrada para maximizar el impacto emocional. Aunque la trama presenta elementos clásicos de la supervivencia, la película se diferencia por su enfoque en la psicología de las personajes y en la profunda exploración de las dinámicas familiares. Se observa un tratamiento realista de las secuelas físicas y emocionales del trauma, lejos de la idealización que a veces se encuentra en este género.

Sin embargo, la película no está exenta de algunas fallas. En ciertos momentos, el guion se vuelve un poco demasiado lineal, y algunos de los diálogos, aunque honestos, podrían haber sido más sutiles. Aunque el sonido es excepcionalmente realista, la banda sonora, a pesar de su elegancia, a veces puede sentirse un tanto genérica y predecible en relación con el tono general de la película. Aun así, estos pequeños defectos no impiden que “Atrapada en las profundidades” sea una experiencia cinematográfica poderosa y memorable, un testimonio de la capacidad del ser humano para resistir ante la adversidad.

Nota: 7.5/10