“Atrapado en el túnel” es una película que, a pesar de su premisa aparentemente sencilla, logra construir una atmósfera de tensión palpable y, a la vez, explorar las profundidades del miedo, la soledad y la necesidad visceral de supervivencia. Dirigida por Lee Taeguk, la película se centra en la angustia de Jung-soo, interpretado magistralmente por Kim Rae-kyun, quien ofrece una actuación que va más allá de la mera representación de un hombre en peligro. Kim Rae-kyun transmite, con una sutileza asombrosa, el colapso gradual de la esperanza, la creciente desesperación y la lucha interna de un hombre que intenta aferrarse a la razón mientras su mundo se desmorona a su alrededor.
La dirección de Lee Taeguk es deliberadamente austera, optando por una fotografía en blanco y negro que intensifica el ambiente claustrofóbico del túnel. No se recurre a los efectos especiales para generar espectáculos visuales, sino que se enfatiza la oscuridad, el sonido y la iluminación mínima para sumergir al espectador en la experiencia de Jung-soo. Este enfoque narrativo, consciente y deliberado, es quizás uno de los mayores aciertos de la película, ya que contribuye significativamente a la construcción de la tensión y el sentimiento de amenaza constante. La paciencia que demanda la película es una virtud, ya que el ritmo lento y pausado permite que el miedo se filtre gradualmente, convirtiéndose en una fuerza omnipresente.
El guion, adaptado de un relato de Ki-young Lee, es conciso pero efectivo. Se centra en los detalles esenciales: la escasez de recursos, el desgaste físico y mental de los personajes y la importancia de los pequeños momentos de esperanza y desilusión. La relación entre Jung-soo y su hija, aunque no central, se presenta con una ternura que añade una capa de vulnerabilidad a la historia. La película evita la melodramatización y se limita a mostrar la realidad cruda y dolorosa de la situación, haciendo que la lucha por la supervivencia sea aún más impactante. El desarrollo del personaje de Jung-soo, a pesar de las limitaciones del tiempo, se presenta como un viaje hacia la confrontación con sus propios miedos y, posiblemente, una redención.
No obstante, la película no está exenta de algunas fallas. El guion podría haber explorado con mayor profundidad el equipo de rescate y sus motivaciones, relegándolos a un papel secundario. Sin embargo, esta simplificación se entiende como una decisión estilística consciente para mantener el foco en la experiencia individual de Jung-soo. La trama, aunque absorbente, se siente a veces repetitiva en su enfoque en la batería del coche y la desesperación por el agua. A pesar de estos pequeños inconvenientes, “Atrapado en el túnel” es una película visceral y conmovedora que plantea preguntas sobre la fragilidad humana y la importancia de las conexiones que nos definen. Es una experiencia cinematográfica que permanece en la memoria, provocando una reflexión sobre el valor de la vida, incluso en las circunstancias más adversas.
Nota: 7.5/10