Baadasssss! (2004)

“Baadasssss!”, el fascinante documentario de Mario Van Peebles, no es simplemente una crónica sobre la producción de su padre Melvin Van Peebles' "Sweet Sweetback's Baadasssss Song", sino una profunda exploración del ego, la genialidad y las consecuencias del arte. La película no se conforma con la simple narración de hechos; se sumerge en las turbulentas aguas de la personalidad de Melvin, revelando un hombre contradictorio y complejo, a menudo abusivo y profundamente egocéntrico, pero también un visionario con un talento innegable. Van Peebles, actuando en su propio documental, nos guía a través de un viaje auditivo y visual que es a la vez entretenido y, en muchos momentos, inquietante.

Lo que hace a “Baadasssss!” tan particularmente atractivo es la forma en que Van Peebles aborda el relato. No presenta una biografía simplificada; en cambio, ofrece un relato íntimo, a menudo incómodo, filtrado a través de la perspectiva de su propio hijo. El director no rehúye las críticas. Detalla la propensión de Melvin a escribir cheques falsos, el engaño a una estación de bomberos local, y lo que resulta particularmente escalofriante, el consentimiento tácito para que su hijo, Mario, participara en escenas íntimas y gráficas a una edad extremadamente temprana. Estas situaciones, documentadas en parte por el propio Mario, son más que anécdotas curiosas; revelan una dinámica familiar profundamente irregular y un estilo de dirección que parecía priorizar la experimentación artística sobre el bienestar de sus actores.

Sin embargo, la película evita caer en un simple retrato de un villano. El documental subraya consistentemente la importancia del "Sweet Sweetback's Baadasssss Song" como una obra de vanguardia, un manifiesto musical y cinematográfico que desafió las convenciones de la época. El material sobrante, las discusiones entre Melvin y su equipo, y la posterior re-edición de la película con material adicional, demuestran la audacia y la convicción del proyecto. La dirección de Mario Van Peebles es elegante, cuidando el ritmo y la estructura narrativa de forma inteligente, evitando caer en el sentimentalismo excesivo. Las entrevistas a miembros del reparto original y a críticos posteriores refuerzan el impacto cultural y artístico de la película original.

Las actuaciones son, en su mayoría, naturales y honestas. La presencia de Van Peebles, a menudo incómoda pero siempre enfocada, es fundamental para la efectividad del documental. Observar a su padre, a veces exasperado, a veces triunfante, mientras relata la historia de su propia creación es un ejercicio de introspección familiar único. “Baadasssss!” no es una película fácil de ver; es un documento radical, a veces perturbador, pero esencial para comprender la complejidad de Melvin Van Peebles y el legado de “Sweet Sweetback’s Baadasssss Song”. Es un testimonio del poder del arte, de la búsqueda de la expresión personal, y del precio que a veces se paga por la visión artística.

Nota: 8/10