Baadshaho (2017)

“Baadshaho” no es una película que se olvida fácilmente. El thriller de acción indio, estrenada en 2016, se sumerge con fuerza en la atmósfera opulenta y turbulenta de la India de los años 60, momento que, gracias a la película, se siente más real y accesible que a través de la historia misma. Lo que se presenta como una simple historia de robos de oro, está imbuida de una tensión constante, una corrupción rampante y un melodrama sutil que la elevan por encima de las convenciones del género.

El guion, a pesar de su estructura que se asemeja a un cliché de thriller, se beneficia de personajes bien definidos y motivaciones complejas. Ajay Devgn interpreta a Ravi, un ladrón de alto vuelo, frío, calculador y con un pasado oscuro que lo persigue. Su personaje, a lo largo de la película, evoluciona de una manera que, aunque no siempre resulta convincente, es, al menos, innegablemente interesante. La trama, que se centra en el robo de un valioso tesoro durante la “Emergency” (la crisis de 1962), no se limita a la acción. Se exploran las dinámicas de poder, las relaciones personales y la corrupción dentro de las altas esferas del gobierno, añadiendo una capa de profundidad que a menudo se descuida en este tipo de películas. El ritmo es frenético, con secuencias de acción coreografiadas con maestría y momentos de suspense que mantienen al espectador en vilo. Sin embargo, hay ocasiones en las que el guion se siente un poco apresurado y algunos diálogos son un poco torpes, dando lugar a situaciones forzadas.

Las actuaciones son, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Ajay Devgn entrega una interpretación segura y convincente, mostrando su habilidad como actor de acción. Vidyut Jammwal, en el papel del policía encubierto, aporta una presencia imponente y un rendimiento físico espectacular, convirtiéndose en un alivio dinámico y un personaje que se siente genuinamente necesario para el desarrollo de la trama. Aunque su personaje es algo unidimensional, su impacto visual y su habilidad para las escenas de acción son indudables. Ileana D'Cruz, con un papel que va más allá de la mera belleza, ofrece una interpretación inteligente y elegante, logrando dar vida a una mujer fuerte e independiente que desafía las convenciones de la época. Finalmente, Emraan Hashmi, como el militar, aporta un toque de seriedad y complejidad al personaje, aunque su papel carece de un desarrollo más profundo. La química entre Devgn y D’Cruz es palpable y contribuye significativamente al desarrollo de la historia.

Visualmente, “Baadshaho” es un festín para la vista. La fotografía, con colores vibrantes y una paleta de tonos cálidos, evoca la atmósfera de la India de los años 60. El vestuario y el diseño de producción son impecables, contribuyendo a la autenticidad del entorno. La dirección de fotografía y el montaje son efectivos para crear una atmósfera de tensión y suspense, y las secuencias de acción, coreografiadas con maestría, son espectaculares y llenas de adrenalina. En definitiva, “Baadshaho” es un thriller de acción bien ejecutado, con buenas actuaciones, un guion sólido y una estética visualmente atractiva.

Nota: 7.5/10