Badarawuhi di Desa Penari (2024)

“Badarawuhi di Desa Penari” es un descenso a la oscuridad que se presenta como una propuesta visualmente impresionante pero que, en su exceso de ornamentación, diluye la esencia de su narrativa. La película, dirigida por Wisnu Murthy, se ancla en una mitología javanesa rica y evocadora, construyendo una atmósfera de tensión constante, casi opresiva, en la Villa de los Danceros. Desde el principio, se establece una sensación de inquietud, un aura de peligro latente que se aferra a la pantalla gracias, en gran parte, a la dirección de fotografía de Dimas S. W. Prasetyo, quien utiliza colores apagados, contrastes de luz y sombra, y una paleta tonal que recuerda a las pinturas tradicionales javanesas para crear un mundo que es a la vez hermoso y amenazante. Sin embargo, esta cuidadosa puesta en escena a veces se convierte en un obstáculo para la inmersión, con una estética tan elaborada que resta dinamismo a la acción.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Mila Sari, como Mila, ofrece una interpretación convincente, transmitiendo con éxito el miedo, la determinación y la confusión de su protagonista. Su personaje se encuentra en una situación de extrema vulnerabilidad, forzada a confrontar no solo a una entidad sobrenatural, sino también a un pasado turbio que amenaza con consumirla. Jourdy Pranata y Ardit Erwandha complementan bien el elenco principal, aportando matices a los personajes de apoyo, aunque sus roles, en última instancia, se limitan a servir como catalizadores de la trama. Es notable, aunque, la ausencia de profundidad en algunos de los personajes secundarios; carecen de las complejidades necesarias para que el espectador se sienta realmente involucrado en sus destinos.

El guion, la principal debilidad de la película, se apoya demasiado en la construcción de un misterio. Si bien la idea de regresar un brazalete mágico y enfrentarse a Badarawuhi es intrigante, la revelación de la historia detrás de la Villa de los Danceros y de la propia Badarawuhi resulta ser lenta y, a veces, confusa. Las "leyendas" que Mila debe descifrar se presentan de forma fragmentada y a menudo se presentan como diálogos expositivos, lo que resta fluidez a la narrativa. A pesar de la banda sonora, con piezas musicales que evocan la cultura javanesa, la película podría haber beneficiado enormemente de una mayor claridad en el desarrollo de la trama. La tensión se construye de manera efectiva, pero la resolución, si se puede llamar así, se siente apresurada y ligeramente decepcionante. El antagonista, Badarawuhi, es una figura imponente en la pantalla, pero su motivación y su naturaleza se exploran superficialmente, lo que reduce su impacto emocional. La película se limita a mostrar su poder y su amenaza, sin profundizar en las razones detrás de sus acciones.

En definitiva, "Badarawuhi di Desa Penari" es una película visualmente atractiva, con una atmósfera evocadora y actuaciones decentes, pero que peca de pretenciosa y un guion demasiado complejo para su propia lógica. Es un intento ambicioso, pero carece de la sustancia necesaria para convertirse en una verdadera obra memorable.

Nota: 6/10