Baking Up Love (2021)

“Baking Up Love” es una comedia romántica agridulce que se sirve con la dulzura y la generosidad de una gran tarta de calabaza. La película, ambientada en la peculiar ciudad de Morton Pumpkin Company, un lugar obsesionado con la temporada de otoño, cumple con lo prometido: una historia reconfortante sobre la familia, el amor y, por supuesto, la repostería. Aunque no llega a la altura de clásicos del género, la película ofrece un entretenimiento agradable y, en muchos momentos, bastante entrañable.

La dirección de Lauren Miller sigue un ritmo constante, centrada en el desarrollo de los personajes y el clima acogedor de la trama. Se evitan los clichés del melodrama y se prioriza la construcción de la relación entre Mark (David Hoffman), el CEO, y la joven repostera, Amelia (Anna Camp). Hoffman logra transmitir la aparente rigidez del hombre de negocios, suavizada por su interés creciente en la talentosa Amelia. Camp, por su parte, se beneficia de una química natural con Hoffman y entrega una interpretación carismática y vulnerable, transmitiendo la presión de la competencia y el deseo de demostrar su valía.

El guion, aunque predecible, está bien escrito y evita caer en la exageración. La trama, centrada en la rivalidad entre los competidores, es ligera y divertida. La inclusión de los desafíos de repostería añade un elemento tangible y visualmente atractivo a la historia. Sin embargo, el guion a veces se apoya demasiado en la comedia de situación, y algunos diálogos se sienten un poco forzados. La evolución del romance entre los protagonistas, si bien agradable, carece de un impacto emocional real. Se nos dice, pero no se nos muestra plenamente, el profundo vínculo que une a Mark y Amelia.

El elenco secundario, encabezado por el excéntrico Jason Frederick (Nolan Gerard Funk), proporciona momentos de alivio cómico. Funk interpreta a un rival formidable, aunque su personaje, en última instancia, es un tanto unidimensional. La película se vale de personajes secundarios que añaden color y textura a la trama local, destacando la importancia de la comunidad en la ciudad de Morton Pumpkin Company. Las escenas de repostería son visualmente atractivas, con elaborados diseños de pasteles y galletas que sirven como un verdadero festín para los ojos.

En definitiva, "Baking Up Love" es una comedia romántica sin pretensiones, un film perfecto para una noche de ocio en casa. Ofrece una dosis de optimismo y buena vibra, reforzada por un mensaje sobre la importancia del hogar y las relaciones familiares. No es una obra maestra cinematográfica, pero si buscas una película ligera y reconfortante, con un toque de dulzura y un festín visual de pasteles, esta podría serte del agrado.

Nota: 6/10