Barbie en Una aventura de sirenas (2010)

“Barbie en Una aventura de sirenas” es un despliegue visualmente deslumbrante, una oda al color y al brillo que, sin embargo, no logra alcanzar la profundidad emocional que prometía. Greta Gerwig, en su incursión en el mundo de las películas de animación familiares, ha creado una historia con una premisa fascinante: una adolescente con una identidad bifurcada, atrapada entre dos mundos, que debe aceptar su verdadera naturaleza para salvar a su madre y a todo un reino submarino. La película, en esencia, explora temas de autoaceptación, identidad y la importancia de abrazar lo que te hace diferente, ideas nobles que podrían haber sido mucho más resonantes.

Visualmente, la película es un triunfo. El diseño de producción es impecable, con un mundo submarino vibrante y ricamente detallado que rivaliza con la paleta de colores de las películas de Barbie. La dirección artística ha logrado crear un ecosistema marino de una belleza asombrosa, lleno de criaturas fantásticas y paisajes deslumbrantes. Cada escena está cuidadosamente construida, llenando la pantalla de detalles que invitan a la contemplación. Sin embargo, esta exuberancia visual a veces se siente un poco abrumadora, como si la película intentara abarcar demasiado, diluyendo el impacto emocional de los momentos clave.

Margot Robbie, como Merliah, ofrece una actuación sólida, transmitiendo la vulnerabilidad y la determinación de la protagonista. Su evolución a lo largo de la película es gradual y convincente, aunque a veces se siente que la actuación se limita a una expresión general de "confundida y decidida". El resto del reparto, incluyendo a Ryan Gosling como Hal, el delfín, y a America Ferrera, aporta un toque de humor y humanidad a la historia. La química entre los actores genera momentos divertidos, aunque el personaje de Hal, a pesar de su entusiasmo, resulta un tanto caricaturesco y, en última instancia, poco más que un contrapunto cómico.

El guion, escrito en parte por Gerwig, exhibe flashes de ingenio, pero también carece de profundidad. La trama avanza a un ritmo desigual, con momentos de acción trepidante intercalados con escenas de diálogo que se sienten forzadas. Las resoluciones a menudo son demasiado fáciles, y los conflictos, aunque presentados con energía, no se exploran en su totalidad. Se echa en falta una mayor reflexión sobre las implicaciones emocionales de la dualidad de Merliah y de su relación con su madre. La temática de la aceptación y el ‘ser diferente’ se presenta superficialmente, sin profundizar en las dificultades y los desafíos que implica esta experiencia.

En definitiva, "Barbie en Una aventura de sirenas" es una película entretenida, visualmente atractiva y que celebra la diversidad. No obstante, a pesar de sus aspectos positivos, se queda a medio camino, con un guion que podría haber sido mucho más complejo y con personajes que, en su mayoría, no alcanzan su máximo potencial. Es un espectáculo visual que, con un guion más elaborado, podría haber logrado un impacto duradero en el espectador.

Nota: 6.5/10