“Barely Lethal” (2010) no es una obra maestra cinematográfica, ni mucho menos. Sin embargo, se trata de una película que, a pesar de sus limitaciones, ofrece un entretenimiento ligero y, sorprendentemente, una reflexión sutil sobre la inocencia perdida y la fragilidad de la identidad. La película, dirigida por Jon Hamm, se distancia de la comedia de acción pura, y aunque el tono resulta ser desigual, logra un cierto encanto en su premisa y ejecución.
La historia de Megan Walsh, interpretada con una sorprendente seriedad por Hailee Steinfeld, es lo que más atrae al espectador. Presentada como una asesina profesional entrenada desde la infancia, Megan no anhela el poder o el peligro. Su deseo es, nada menos que, ser una adolescente normal, ir a la escuela, tener amigos y, en definitiva, vivir una vida que le parezca "ordinaria". Este anhelo, que se presenta como la fuerza motriz de su decisión, genera un contraste interesante con su profesión y crea una dinámica cautivadora. La película no se enfoca en mostrar la violencia, sino en explorar el conflicto interno de Megan mientras intenta llevar a cabo su plan de disfrazarse y ocultar su pasado.
Jon Hamm, más conocido por su trabajo en televisión, demuestra ser un director competente. Logra crear un ambiente visualmente agradable, aunque sin pretensiones. La película se beneficia de un diseño de producción que evoca la estética de los suburbios americanos, con una paleta de colores suave y un ritmo de montaje que, aunque no revolucionario, es adecuado para el tono general. Sin embargo, la dirección, en ocasiones, se siente un poco torpe, especialmente en las escenas de acción, que carecen de la intensidad o la espectacularidad que se podrían haber buscado. No obstante, la película se mantiene enfocada en la protagonista, y esta es, sin duda, su mayor fortaleza.
La actuación de Hailee Steinfeld es, sin duda, el punto más destacado de la película. Ella consigue transmitir la vulnerabilidad y la desesperación de Megan con una naturalidad y una sutileza impresionantes. Su interpretación va más allá de la simple representación de un personaje; logra que el público se conecte emocionalmente con su deseo de escapar de su pasado. Los actores de reparto, aunque no reciban tanta atención, cumplen su papel con solidez. La relación entre Megan y su nuevo compañero de clase, también un “fantasma” que intenta ocultar su pasado, aporta un toque de humor y dinamismo a la trama.
El guion, en general, es sólido, pero presenta algunas lagunas. La trama, a pesar de ser interesante, carece de complejidad y algunos diálogos son algo forzados. La resolución final, aunque satisfactoria, es un poco rápida y simplista. Sin embargo, la película se beneficia de su premisa original y de su capacidad para plantear preguntas sobre la identidad, la moralidad y el coste de la violencia. “Barely Lethal” no es una película que marque un antes y un después en el género, pero ofrece un entretenimiento decente y una reflexión pausada sobre la vida de una joven que busca, desesperadamente, recuperar su infancia perdida.
Nota: 6/10