Barood (1998)

“Barood” (que en hindi significa “polvo explosivo”) no es un thriller de acción deslumbrante, pero sí una película con un corazón que late a un ritmo sorprendentemente pausado, justo lo contrario de la potencia que su título sugiere. Akshay Kumar ofrece una interpretación sólida como Jai, un policía cuya integridad se pone a prueba cuando se ve inevitablemente atraído por Neha (Priya Tendulkar), la hija rebelde y desafiante del magnate criminal Sr. Singhal, brillantemente interpretado por el legendario Amrish Puri. La química entre Kumar y Puri es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película, con un Sr. Singhal que proyecta una amenaza palpable, una presencia imponente y un cinismo que justifica cada una de sus crueles acciones. Puri, como siempre, domina cada fotograma, y su carisma es la fuerza motriz de muchos momentos impactantes.

Sin embargo, la película se debate entre el melodrama romántico y la acción, y a veces no logra encontrar un equilibrio satisfactorio. La trama, aunque con un buen comienzo, carece de originalidad y, en algunos momentos, cae en clichés del género. La resolución final, que intenta apelar a la justicia y la redención, resulta algo rebuscada y un poco predecible. No obstante, la dirección de Rajiv Kumar es competente y consigue crear una atmósfera de tensión constante, utilizando la oscuridad y el ambiente opresivo de los opulentos palacios de Singhal para aumentar el impacto emocional de las escenas clave. La cinematografía, con sus contrastes de luz y sombra, contribuye a la atmósfera general.

Rakhee Gulzar, en un papel secundario, lleva una carga emocional considerable y su personaje, aunque discreto, añade profundidad a la narrativa. Su actuación, llena de matices y dolor, serviría para potenciar aún más el drama inherente a la historia. El guion, en general, es funcional, pero se beneficia de momentos de introspección para el protagonista y de diálogos que, aunque a veces expositivos, sirven para establecer las motivaciones de los personajes. El ritmo, deliberadamente lento en algunos tramos, permite al espectador sumergirse en la complejidad de las relaciones y las decisiones morales que enfrentan los protagonistas. No es un film para frenesí, sino para reflexión y un sabor amargo de la corrupción y la pérdida.

A pesar de sus fallos, “Barood” es una película entretenida que ofrece una buena dosis de drama, acción y un encuentro inolvidable entre dos de los grandes actores de Bollywood. El trabajo de Akshay Kumar es honesto y, aunque no es su mejor papel, sí que demuestra su versatilidad como actor. La película, aunque no redefine el género, cumple su cometido de entretener y ofrecer una mirada a la oscuridad que se esconde bajo la fachada de la riqueza y el poder. Es una historia que, en el fondo, plantea preguntas sobre la corrupción, la lealtad y el precio de la justicia.

Nota:** 6/10