Batman (1989)

La película "Batman" de 1989, dirigida por Tim Burton, no es simplemente un reboot del personaje; es un triunfo en la creación de un mito. Burton, lejos de buscar una recreación fiel de los cómics, ofrece una visión oscura, gótica y profundamente melancólica de Gotham City y de su vigilante nocturno. La película establece las bases de la mitología de Batman de una manera que permanece vigente hasta el día de hoy, y eso es un logro inmenso.

La dirección de Burton es, sin duda, el corazón de la película. El uso de la iluminación, con sus sombras alargadas y colores apagados, contribuye a crear una atmósfera de opresión y desesperación. Gotham City no es un lugar habitable, sino una pesadilla donde la corrupción y la violencia son la norma. La película se siente visualmente diferente a casi cualquier otra película de superhéroes de la época, y esa diferencia es, por suerte para nosotros, una de sus mayores fortalezas. Los diseños de producción, de Sam Kim y Robert Feiner, son absolutamente geniales, creando un paisaje urbano distópico que resulta inquietantemente realista.

La actuación de Michael Keaton como Bruce Wayne/Batman es, en mi opinión, una de las mayores sorpresas de la película. Keaton no solo se transforma físicamente en el murciélago, sino que también logra transmitir la vulnerabilidad, el dolor y la determinación del personaje. Su Bruce Wayne es un hombre atormentado, consumido por su pasado y su necesidad de justicia. Es un personaje complejo, lejos del arquetipo del héroe invencible. La química entre Keaton y Kim Basinger, quien interpreta a Vicki Vale, es palpable, aportando una capa de drama y misterio a la historia.

El guion, coescrito por Burton, Jack Shuler y Jonathan Kozol, es inteligente y cautivador. Si bien la trama puede parecer un cliché de 'héroe que se enfrenta a un villano malvado', el guion está lleno de matices y simbolismo. El Joker, interpretado magistralmente por Jack Nicholson, no es simplemente un criminal, sino un agente del caos que cuestiona la moralidad y la sanidad mental. La confrontación entre Batman y el Joker es mucho más que un enfrentamiento físico; es un choque de filosofías. La película explora temas como la venganza, la justicia, la locura y la responsabilidad, haciéndola relevante mucho más allá del género de superhéroes.

A pesar de algunas limitaciones en el ritmo, especialmente hacia el final, “Batman” es una película imprescindible para cualquier amante del cine. Es un clásico atemporal que ha influido en innumerables películas y series de superhéroes. Su impacto en la cultura popular es innegable y su visión oscura y gótica sigue siendo tan impactante hoy en día como lo fue en 1989. Es una película que te hace reflexionar sobre la naturaleza del bien y del mal, y que te recuerda que, a veces, el monstruo más aterrador es el que llevamos dentro.

Nota: 8.5/10