Batman Forever (1995)

“Batman Forever”, estrenada en 1995, es una película que, a pesar de su época y de las expectativas generadas, se mantiene como un objeto de estudio interesante dentro del universo de Batman. La cinta, dirigida por Joel Schumacher, representa un giro radical respecto a las interpretaciones anteriores, adoptando un tono mucho más estilizado y pulp, casi operístico, que si bien fue una apuesta arriesgada y no resultó del todo exitosa, revela algunas luces en cuanto a dirección y diseño visual. Schumacher, acostumbrado a la estética de Hollywood, inyecta a Gotham una atmósfera exuberante, saturada de neón, colores vibrantes y un diseño de producción que recuerda a las películas de los años 40, un guiño intencionado a la estética de "Casablanca". Esta elección visual, aunque llamativa, a veces sacrifica la credibilidad de la ciudad y genera una sensación artificial, como si Gotham fuera una ciudad de fantasía más que un reflejo del crimen y la corrupción.

La película se centra en la amenaza de Dos Caras y Enigma, interpretados magistralmente por John Turturro y Helena Bonham Carter. Turturro, en particular, ofrece una actuación absolutamente perturbadora como Dos Caras, una figura que oscila entre la locura y la genialidad, y que plantea una inquietante reflexión sobre la identidad y la fragilidad humana. Bonham Carter, como Enigma, aporta una elegancia sombría y una inteligencia calculadora que complementa a la perfección la psicopatía de su personaje. Sin embargo, el guion, adaptado de los cómics de DC, se siente a menudo torpe y predecible, recurriendo a clichés del género de superhéroes y a diálogos ocasionalmente forzados. Las tramas secundarias, como la relación entre Batman y Robin, palidecen en comparación con la amenaza principal, y contribuyen a un ritmo irregular que dificulta la inmersión del espectador.

Val Kilmer, como Robin, ofrece una interpretación que, si bien carece de profundidad, cumple su función narrativa. Su juventud y su ingenuidad contrastan con la seriedad y el peso del mundo de Batman, proporcionando un punto de vista fresco, aunque a veces infantil, sobre las acciones del héroe. Sin embargo, la química entre Kilmer y George Clooney – quien interpreta a Batman – nunca llega a ser realmente convincente. La película, en general, se aferra a un melodrama exagerado, con escenas de tensión que se sienten artificiales y una resolución final que, aunque satisfactoria, carece de la fuerza que podría haber tenido con un guion más sólido. La banda sonora de Danny Elfman, como siempre, es evocadora y añade al ambiente, pero no compensa las deficiencias de la narrativa.

En definitiva, "Batman Forever" es una película entretenida pero superficial, que explora una faceta diferente del personaje de Batman, alejada de la oscuridad y el pesimismo de las versiones anteriores. Si bien la dirección de Schumacher y las actuaciones de Turturro y Bonham Carter son dignas de mención, el guion fallido y la ambientación excesivamente estilizada impiden que la película alcance su máximo potencial. Es un ejercicio de estilo, más que de narrativa, que ofrece un vistazo interesante a un Batman transformado, pero que, al final, no deja una huella duradera.

Nota: 6/10