“Batman: La LEGO Película” es, sin duda, una expansión inesperadamente gratificante del universo LEGO, y en particular, una de las mejores incursiones de Batman en el cine animado. Más allá de ser un simple spin-off, se establece como una pieza crucial para la cohesión narrativa de la franquicia LEGO, ofreciendo una perspectiva fresca y divertidísima sobre el Caballero Oscuro y sus métodos.
La dirección de Chris Miller y Aaron Neeva demuestra una maestría innegable en la utilización del formato LEGO. La estética, con su construcción manual de escenarios y personajes, no solo es visualmente atractiva, sino que también sirve como un elemento fundamental en la narrativa. La película abraza la naturaleza lúdica de los LEGO, pero lo hace con una sofisticación sorprendente. Los movimientos de cámara y la composición de planos, que imitan la construcción y el desmontaje de los bloques, son innovadores y mantienen el ritmo de la película. Hay momentos donde la dirección simplemente se entrega a la pura alegría de la construcción, y esos son los que más cautivan.
La película se centra en un Batman que se siente frustrado y sobrepasado, con una visión melancólica del mundo y un deseo de ser reconocido como artista. Esta vulnerabilidad, un rasgo poco explorado en anteriores representaciones del personaje, le confiere una profundidad inesperada. La actuación de Michael Cera como Batman es fundamental. Cera logra transmitir la ambivalencia del personaje, la mezcla de seriedad y desesperación, sin caer en la caricatura. La química entre Cera y Elizabeth Banks, que interpreta Penny Potter, la experta en LEGO, es excelente, generando un desarrollo de personajes convincente y divertido.
El guion, por su parte, es inteligente y ligero, evitando las trampas comunes de las comedias animadas para niños. La trama, centrada en la amenaza del Joker y la necesidad de Batman de trabajar en equipo, es sencilla pero efectiva. La película no se toma la propia franquicia LEGO a la ligera, sino que la utiliza para explorar temas más amplios como el trabajo en equipo, la importancia de la confianza y la aceptación de las propias limitaciones. El humor, en su mayoría, es absurdo e ingenioso, salpicado de referencias a la cultura pop y al universo LEGO. Aunque la historia principal es accesible, la película no duda en incluir bromas internas que recompensarán a los fans más empedernidos.
Sin embargo, quizás la película no profundice lo suficiente en el universo de Gotham y en el trasfondo de algunos personajes secundarios. A pesar de su valor como parte de la historia general, algunos elementos del mundo de Batman podrían haberse desarrollado con mayor detalle. No obstante, “Batman: La LEGO Película” se erige como una joya inesperada, que celebra el ingenio, la creatividad y la alegría de construir, tanto física como emocionalmente.
Nota: 8/10