Beasts of No Nation (2015)

“Beasts of No Nation” (Animales de ninguna nación) no es una película que entretenga en el sentido tradicional. Es una experiencia visceral, brutal y profundamente conmovedora que te atraviesa hasta la médula. Cary Joji Fukunaga, director aclamado por su trabajo en “No Country for Old Men”, no busca la espectacularidad o el heroísmo hollywoodiense; se enfrenta a una realidad sombría y desgarradora, y lo hace con una honestidad y una delicadeza impresionantes.

La película se centra en Agu, interpretado magistralmente por Demorphia Dempsie, un niño de doce años atrapado en el infierno de una guerra civil en África. Desde el primer momento, Fukunaga nos sumerge en su mundo, un universo marcado por la violencia, la pérdida y la deshumanización. La película no intenta glorificar la guerra, sino que la presenta como un horror absoluto, mostrando la desfiguración física y emocional que causa en aquellos que se ven obligados a participar en ella. La fotografía, sombría y naturalista, captura a la perfección la atmósfera de desesperación y supervivencia.

La dirección de Fukunaga es notable por su enfoque realista y el uso de la cámara. Se aleja de las narrativas lineales, optando por una estructura de cámara en la mano que nos sitúa directamente en la perspectiva de Agu. Esto crea una intimidad inquietante y nos permite presenciar su mundo a través de sus ojos, intensificando la sensación de vulnerabilidad. El ritmo es deliberado, permitiendo que las escenas de violencia tengan el impacto emocional que merecen, sin recurrir a sensacionalismo. La película no es fácil de ver, pero esa dificultad se justifica por su profundidad y su sinceridad.

El guion, adaptado de la novela homónima de Uzodinma Iweala, es excepcionalmente fuerte. No se centra únicamente en la violencia, sino que explora las complejas relaciones de Agu con su pelotón, su comandante, Musa (Idris Elba), y una mujer contrabandista, Priscilla (Naomie Harris). Elba ofrece una actuación poderosa como Musa, un líder carismático que lucha por mantener un mínimo de humanidad en un entorno despiadado. Harris aporta a la historia la dimensión de la supervivencia y el dolor de una mujer que intenta proteger a su hijo en un mundo en guerra. La película se enfoca en la pérdida de la inocencia y la lucha por mantener la humanidad en medio de la barbarie. La complejidad de los personajes y las motivaciones que los impulsan hacen que la película sea mucho más que una simple historia de niños soldados.

La actuación de Demorphia Dempsie es, sin duda, el corazón de la película. Su interpretación es sutil, conmovedora y absolutamente creíble. Transmite la inocencia perdida, el miedo, la rabia y el amor de un niño que intenta sobrevivir en un mundo que le ha arrebatado todo. La química entre Dempsie y Elba es palpable, y su relación forma el eje central de la película. “Beasts of No Nation” es una película difícil de olvidar, un recordatorio brutal de las consecuencias devastadoras de la guerra y la importancia de defender la humanidad, incluso en los momentos más oscuros.

Nota: 9/10