Below Her Mouth (2017)

“Below Her Mouth” es una película que, en lugar de ofrecer una conclusión satisfactoria, se atreve a navegar por aguas incómodas y profundamente perturbadoras. Dirigida con una sutil pero palpable tensión por Elias Lindahl, la película no se adscribe fácilmente a géneros; se encuentra entre la comedia negra, el thriller psicológico y la exploración de la agresividad femenina, y esa ambigüedad, a mi juicio, es tanto su fortaleza como su debilidad.

Erika Linder ofrece una interpretación magistral de Dallas, una mujer consumida por una necesidad casi compulsiva de control y, aparentemente, de reafirmación propia. Su Dallas es un personaje complejo, lejos de ser simplemente “la mujer que seduce”, ya que la película, con una dirección implacable, revela capas de vulnerabilidad y un pasado marcado por una profunda inseguridad. Linder logra transmitir esa fragilidad subyacente a través de miradas inquietantes y una actuación física que oscila entre la confianza y la desesperación. Sin embargo, el papel de Natalie Krill, como Jasmine, a veces se siente algo plano, un punto de anclaje narrativo que, si bien es crucial para el desarrollo de la trama, podría haber sido más redondo.

El guion, escrito por Lindahl y Leo Rydell, es donde la película más realmente brilla y, simultáneamente, donde se presenta su mayor desafío. Las conversaciones entre Dallas y Jasmine son tensas, cargadas de una inminente amenaza que se manifiesta en miradas y pausas incómodas. La película no se dedica a exposiciones innecesarias; se basa en la sugerencia, en lo que no se dice. Los diálogos, aunque a menudo sutiles, son particularmente efectivos en la construcción de la atmósfera. La dirección de arte contribuye a esta atmósfera, utilizando colores apagados y escenarios minimalistas que reflejan la introspección del personaje principal y la sensación de claustrofobia. No obstante, a medida que avanza la película, algunas tramas secundarias parecen desarrollarse con demasiada rapidez, acelerando el ritmo y diluyendo un poco la sutileza que inicialmente caracterizaba la película.

La película, en su núcleo, plantea preguntas inquietantes sobre el deseo, la identidad y el poder. No ofrece respuestas fáciles; en cambio, presenta un espejo distorsionado de las complejidades de las relaciones humanas y la forma en que nuestras inseguridades pueden manifestarse de maneras sorprendentes. El final, deliberadamente ambiguo, invita a la reflexión y obliga al espectador a confrontar sus propias interpretaciones. Aunque la película no sea del gusto de todos, su capacidad para generar inquietud y desafiar las expectativas la convierte en una experiencia cinematográfica memorable. Más que un thriller convencional, "Below Her Mouth" es una exploración provocadora de la psique humana, y, en ese sentido, se erige como una de las películas más interesantes de los últimos tiempos.

Nota: 7/10