Beneath the Darkness (2012)

“Beneath the Darkness” no es precisamente un thriller de suspense innovador, pero sí que ofrece una experiencia cinematográfica envolvente y, en algunos momentos, genuinamente perturbadora. La película, dirigida con una eficiencia quirúrgica por John Erick Wright, se centra en la lenta y progresiva erosión de la inocencia de un grupo de jóvenes cuando descubren que el rostro heroico de su comunidad esconde una realidad mucho más oscura y violenta. La narrativa se construye con deliberada lentitud, sabiendo que la anticipación y la atmósfera son más importantes que los giros argumentales espectaculares, una estrategia que, en gran medida, funciona a favor de la película.

La dirección de Wright es notable por su capacidad para crear una sensación constante de incomodidad. La fotografía, con predominio de sombras y tonos grises, refleja el estado mental de los protagonistas, sumergidos en un mundo de miedo e incertidumbre. El uso de la luz y la oscuridad no es solo estilístico; es una herramienta fundamental para construir la tensión y sugerir peligros ocultos. Sin embargo, a veces la insistencia en la oscuridad podría interpretarse como una tendencia a la sobre-exageración, y algunos planos podrían haber sido más concisos.

La película se apoya en un elenco joven y prometedor. Dennis Quaid, como el sheriff local, aporta una credibilidad inquietante a su papel. Su rostro, marcado por la experiencia y el cansancio, transmite una atmósfera de desconfianza que cala hondo. Tony Oller, Aimee Teegarden y Stephen Ford ofrecen interpretaciones sólidas, cada uno aportando una faceta particular a la vulnerabilidad y el miedo de sus personajes. La relación entre estos jóvenes, inicialmente ligada a la amistad, se torna rápidamente en un juego mortal de supervivencia, donde la confianza es un lujo que pocos pueden permitirse.

El guion, escrito por Christopher Palmer, presenta un concepto interesante, pero la ejecución carece de originalidad. La premisa –el héroe local es un asesino– no es nueva, y la película no introduce elementos particularmente sorprendentes. No obstante, el guion se centra en el desarrollo psicológico de los personajes y en la construcción de la atmósfera, lo que compensa en parte la falta de innovaciones narrativas. La película explora temas como la paranoia, la corrupción y el secreto, pero sin profundizar demasiado en la reflexión filosófica. Se centra en el *cómo* de la investigación, más que en el *por qué*.

En definitiva, "Beneath the Darkness" es una película que, a pesar de sus defectos, logra mantener la atención del espectador gracias a su atmósfera opresiva, sus actuaciones convincentes y su dirección efectiva. No es un thriller que dejará huella para siempre, pero sí que ofrece un entretenimiento sólido y, en ciertos momentos, un escalofrío genuino. Es una película para disfrutar en compañía, a la luz de una noche oscura y con la intención de no mirar atrás.

Nota: 7/10