“Besen a quien quieran” es un thriller psicológico que, a pesar de sus pretensiones, no logra alcanzar la intensidad dramática que promete. La película, dirigida con una sobriedad casi glacial por Claire Keim, se centra en las intrigas y tensiones que surgen entre un grupo de mujeres aparentemente unidas por una simple escapada vacacional, pero que pronto se revelan como un tejido complejo de celos, desconfianza y secretos. La atmósfera, meticulosamente construida con una paleta de colores apagados y planos largos, crea un ambiente opresivo que refleja la creciente incomodidad de las protagonistas.
Las actuaciones son, sin duda, el punto fuerte de la película. Léa Seydoux, en el papel de Elizabeth, personifica a la perfección la fachada de la mujer exitosa y sofisticada que esconde una profunda insatisfacción. Su mirada, a menudo vacía y distante, sugiere una mente en conflicto, mientras que la actuación de Marina de Tavira como Vero es particularmente perturbadora. Transmite una ambición despiadada y una desconexión emocional que la convierten en un personaje inquietante y, en última instancia, terriblemente memorable. La química entre las actrices es palpable, alimentando la narrativa de engaños y traiciones. Sin embargo, algunos personajes secundarios, aunque bien interpretados, quedan algo planos y sus motivaciones no siempre son claras, lo que debilita la complejidad del guion.
El guion, aunque inteligente en su planteamiento, sufre de una lentitud deliberada que, si bien contribuye a la atmósfera tensa, también puede resultar frustrante para el espectador. El ritmo pausado, combinado con diálogos a veces excesivamente reveladores, sacrifica la tensión dramática en favor de la disección psicológica de los personajes. Hay momentos en que la película se pierde en detalles superfluos, perdiendo el hilo principal de la trama. El uso de flashbacks, aunque necesario para revelar ciertos elementos clave, se siente ocasionalmente forzado y desconectado del presente. La película se centra en la exploración de los temas de la infidelidad, el deseo, la maternidad y las expectativas sociales, pero sin ofrecer una resolución satisfactoria a la mayoría de los conflictos planteados, dejando al espectador con más preguntas que respuestas.
A pesar de sus fallos, "Besen a quien quieran" es una película que invita a la reflexión. La dirección artística y las actuaciones sólidas elevan la experiencia, y el tema de la manipulación emocional y las apariencias engañosas es, sin duda, relevante. No es una película fácil de ver, y requiere paciencia y una disposición a aceptar la ambigüedad, pero ofrece un retrato inquietante de las relaciones humanas y las profundidades del alma humana. La película se aleja de los clichés del thriller, ofreciendo una mirada a menudo oscura y realista a la dinámica de poder en las relaciones personales.
Nota: 7/10