Bienvenidos a Villa Capri (2017)

“Bienvenidos a Villa Capri” es una película que, a primera vista, podría parecer un cliché de la comedia de enredos con toques de thriller. Sin embargo, tras una cuidadosa observación, se revela como una pieza cinematográfica sorprendentemente elegante y con un ritmo que te atrapa desde el inicio. La dirección de Francis Ford Coppola, a pesar de no estar en su apogeo creativo, ofrece un encuadre visualmente rico y una atmósfera vibrante que captura a la perfección el glamour y la decadencia de los años 80, un período que, paradójicamente, la película parece evocar con una cierta nostalgia, casi melancólica.

Morgan Freeman, como Duke Diver, entrega una actuación magistral. Su interpretación no se limita a una simple caricatura de "bad boy". Freeman consigue transmitir la complejidad de un hombre marcado por el pasado, un alma solitaria que ha construido una fachada de extravagancia para ocultar una profunda tristeza. Su comportamiento irresponsable no es simplemente estúpido; se trata de una forma de autodefensa, una manera de evitar conectar emocionalmente. Tommy Lee Jones, en el papel de Leo, complementa a Freeman con una energía cruda y un carisma implacable. La dinámica entre ambos es el corazón de la película, un duelo de personalidades que evoluciona de la rivalidad a la inesperada colaboración. Rene Russo, como Suzie, aporta una elegancia y un misterio que, aunque con menos desarrollo que los protagonistas masculinos, resultan interesantes.

El guion, escrito por Coppola, Coppola y James Vanderbilt, se beneficia de un ritmo trepidante y giros argumentales que mantienen al espectador en vilo. Si bien la trama, basada en un episodio de la serie "Miami Vice", puede sentirse un tanto forzada en algunos momentos, la película se beneficia de diálogos inteligentes y situaciones cómicas que logran generar momentos de genuino entretenimiento. Es importante destacar la forma en que Coppola explora la corrupción, la avaricia y la superficialidad que a menudo definen el mundo del lujo. La película no se contenta con mostrar el lado festivo de Villa Capri; también revela los oscuros secretos que se esconden bajo la superficie.

Sin embargo, la película no es perfecta. La resolución final, aunque satisfactoria, podría haber sido más elaborada y con más profundidad. Algunos personajes secundarios, aunque interesantes, no están completamente desarrollados. A pesar de estas pequeñas imperfecciones, “Bienvenidos a Villa Capri” es una película que merece la pena ver. Es una comedia de acción con tintes de thriller, que ofrece un buen entretenimiento visual y un interesante análisis sobre la naturaleza humana, sobre todo, la lucha entre la apariencia y la realidad. Además, es un placer ver a Coppola en un género diferente al que nos tiene acostumbrados, demostrando su versatilidad como director.

Nota: 7/10