Big (1988)

“Big” es mucho más que una comedia familiar superficial. El filme de Penny Marshall, estrenado en 1988, posee una profunda reflexión sobre la edad, la madurez y la búsqueda de la propia identidad, temas que, a pesar de la estética de la época, resuenan con sorprendente vigencia. La película nos presenta a Josh Baskin, un adolescente frustrado y relegado al papel de niño por su familia, que, en un momento de desesperación, toma una decisión impulsiva: deseando ser mayor. La premisa, obviamente, es tremendamente atractiva, y Marshall la ejecuta con un equilibrio admirable entre humor y melancolía.

Tom Hanks ofrece una interpretación magistral de Josh, capturando con precisión la angustia y la incomodidad de un chico atrapado en un cuerpo y una situación que no le pertenecen. Su evolución a lo largo de la película es genuina, y su transición desde la inocencia infantil hasta la responsabilidad adulta no se siente forzada. La dirección de Marshall está impecable en la representación de estos cambios, utilizando tanto el maquillaje visual como el lenguaje corporal para transmitir el impacto de la transformación física y emocional. La interacción con Julia Roberts, quien interpreta a Ellie Reynolds, la brillante y enigmática diseñadora de juguetes que se convierte en su guía, es el corazón emocional de la película. Roberts aporta una dulzura y una inteligencia cautivantes, y la química entre ambos actores es palpable, elevando el nivel de la trama.

El guion, co-escrito por Marshall y Garry Marshall, se distingue por su agudeza y su capacidad para abordar temas complejos de forma accesible. La película no se limita a la comedia fácil; explora las consecuencias inesperadas de la búsqueda de la madurez, mostrando que la edad no es sinónimo de sabiduría o felicidad. El contraste entre la infancia, con sus ilusiones y fantasías, y la vida adulta, con sus responsabilidades y decepciones, se presenta de manera conmovedora. La banda sonora, compuesta por James Horner, añade una capa extra de emotividad, y el diseño de producción, especialmente la recreación de Nueva York en los años 80, es visualmente vibrante y contribuye a crear una atmósfera inmersiva. La película también ofrece algunos momentos de humor inteligente y situaciones cómicas que realmente funcionan, pero lo que la distingue es su tratamiento profundo de la pérdida y el duelo, elementos que se entrelazan con la historia principal.

Sin embargo, la película no está exenta de defectos. Algunos diálogos pueden resultar un poco exagerados y la trama, en ocasiones, se siente un tanto predecible. No obstante, la dirección habilidosa de Marshall y la interpretación brillante de Hanks y Roberts superan con creces estas pequeñas debilidades. "Big" es una película que te hace reflexionar sobre lo que realmente importa en la vida, y que, a pesar de su origen en la comedia familiar, esconde una profundidad emocional que pocos filmes de su época lograron alcanzar.

Nota: 8.5/10