Black and Blue (2019)

“Black and Blue” se presenta como un thriller policial moderno que, a primera vista, podría pasar por otro producto de Hollywood centrado en la acción y la heroína invencible. Sin embargo, tras una primera impresión de clichés, la película de Marcel Roubigé sorprende por su atmósfera opresiva y su capacidad de generar tensión narrativa sostenida. La historia, centrada en la policía de Nueva Orleans, se aleja del habitual espectáculo explosivo, optando por una trama más introspectiva sobre la supervivencia y la redención.

Linden Taylor, interpretada magistralmente por Zendaya, se convierte en el punto focal de la narrativa. Zendaya ofrece una actuación creíble y convincente, transmitiendo la desesperación, el miedo y la rabia de una mujer atrapada en una red de corrupción. Su personaje evoluciona a lo largo de la película, pasando de ser una oficial novata inexperta a una luchadora implacable, impulsada por la venganza y la necesidad de justicia. La complejidad de su personaje reside en la dualidad que la define: su inocencia y su deseo de proteger a su familia chocan constantemente con la brutalidad del mundo policial y criminal que la rodea.

La dirección de Marcel Roubigé es sólida y efectiva. El uso de la cámara es particularmente interesante, ya que la película, a menudo, se siente como si estuvieras viendo la película a través de los ojos de Linden. Esta perspectiva íntima aumenta la sensación de peligro y claustrofobia. Roubigé explota bien el entorno de Nueva Orleans, utilizando la ciudad no solo como un escenario, sino como un personaje más, un reflejo del decaimiento moral y la desesperación que se palpa en la trama. La coreografía de las escenas de lucha es realista y brutal, evitando el exceso de efectos especiales y centrándose en la habilidad física y el instinto de supervivencia de los personajes. Sin embargo, a veces el ritmo se ralentiza ligeramente en las escenas de acción, perdiendo parte de la intensidad construida.

El guion, aunque no especialmente original en su premisa, está bien estructurado y mantiene el interés del espectador gracias a sus giros inesperados. La trama presenta dilemas morales complejos, explorando las consecuencias de la corrupción policial y la dificultad de distinguir entre el bien y el mal. Las motivaciones de los antagonistas, en particular, son más profundas que el simple deseo de poder y dinero, añadiendo matices a la historia. No obstante, algunos diálogos resultan un poco forzados, y la resolución del conflicto podría haber sido más elaborada. La película se queda en un equilibrio entre la acción y el drama, aunque la exploración de la condición humana parece ser la fuerza principal.

En definitiva, “Black and Blue” es una película recomendable para aquellos que buscan un thriller policial con una protagonista femenina fuerte y una atmósfera tensa. No es una obra maestra, pero sí una experiencia cinematográfica satisfactoria, con una buena actuación de Zendaya y una dirección competente.

Nota: 7/10