Black Lightning (Rayo negro) (2009)

“Black Lightning” (Rayo Negro), la adaptación televisiva de la serie de DC Comics, se presenta como una propuesta fresca y sorprendentemente ambiciosa en un panorama superheroico saturado de superproducciones. La serie, estrenada originalmente en la plataforma de streaming de HBO Max (ahora Max), no busca replicar la escala grandiosa de las películas de Marvel o DC, sino centrarse en la reconstrucción de un héroe caído y el drama personal que le rodea, ofreciendo un estudio de personajes mucho más íntimo y, en última instancia, más satisfactorio.

La premisa, aunque sencilla –un joven estudiante universitario accidentalmente adquiere la capacidad de volar gracias a un vehículo experimental– es la puerta de entrada a una historia compleja y plagada de matices. El guion, en general, se vale de una narrativa no lineal, saltando entre el presente, el pasado de Philip Marlowe (Jefferson Pierce), y fragmentos del futuro inmediato. Esta estructura, que podría haber sido confusa, se maneja con elegancia, revelando gradualmente la tragedia que le ha arrebatado a Philip su poder y su familia, y que ahora amenaza con desatar una nueva ola de violencia en la ciudad de Baltimore. La serie explora con profundidad temas como el racismo sistémico, la justicia social, el trauma y la responsabilidad, elementos que le otorgan una relevancia palpable y le elevan por encima de la simple fantasía superheroica.

La dirección de Miguel Hermosillo muestra una notable sensibilidad visual. Evita el uso excesivo de efectos especiales y se enfoca en la atmósfera, creando escenas de acción que son crudas, realistas y, a menudo, inquietantes. La cinematografía, con sus sombras profundas y su uso del color, contribuye a generar una sensación de opresión y desasosiego. La serie no rehúye de la violencia, que se presenta como consecuencia directa de la injusticia social y la corrupción. Sin embargo, esta violencia, lejos de ser gratuita, se utiliza para subrayar el peso de las decisiones de los personajes y las ramificaciones de sus acciones.

El elenco, liderado por la impecable Adrian Pasfield en el papel de Philip Marlowe, ofrece actuaciones destacadas. Pasfield transmite con maestría la vulnerabilidad, la frustración y la determinación de un hombre que ha perdido todo pero que aún se aferra a la esperanza. La galería de personajes secundarios también está bien interpretada, con un especial mérito para China Bailey como Lashana y Mosley, quienes aportan fuerza y autenticidad a sus respectivos roles. La dinámica entre los tres, como núcleo de la familia Pierce, es el corazón de la serie, generando momentos de gran emoción y tensión. La serie se atreve a explorar la dinámica familiar desde una perspectiva diversa, presentando personajes LGBTQ+ complejos y profundamente humanos.

En definitiva, "Black Lightning" no es un espectáculo convencional de superhéroes. Es una serie dramática con elementos de acción que ofrece una visión matizada y perturbadora de la justicia y el heroísmo. Es una serie que invita a la reflexión y que, a pesar de sus momentos oscuros, resulta gratificante y, en última instancia, esperanzadora. La serie demuestra que la verdadera fuerza de un héroe no reside en sus poderes, sino en su capacidad para luchar por lo que es justo, incluso cuando el camino es oscuro y peligroso.

Nota: 8/10