Blancanieves (Mirror, Mirror) (2012)

“Blancanieves (Mirror, Mirror)” es una película que se atreve a desafiar las convenciones de un clásico de los cuentos, no solo por su estética visual deslumbrante, sino por la audaz decisión de centrar la narrativa en la perspectiva de la Reina, Ravenna. Esta elección narrativa, lejos de ser una simple curiosidad, se convierte en el núcleo de una de las obras más sorprendentes y deliciosamente retorcidas del cine fantástico de los últimos tiempos. La dirección de Marc Webb, conocido por su trabajo en ‘Juno’ y ‘Ansell Hotel’, logra un equilibrio notable entre la fantasía exuberante y el humor ácido, creando un universo visualmente rico y, a la vez, profundamente inquietante.

Natalie Portman ofrece una interpretación magistralmente sutil y aterradora de Ravenna. Dejando atrás el papel de heroína, Portman construye una Reina motivada por el deseo de poder y el resentimiento, que no busca la belleza por belleza, sino el control absoluto. Su personaje es complejo, no redentora, pero sí comprensible en su odisea por el poder. El maquillaje y la caracterización, impecables, son elementos cruciales para transmitir la fuerza amenazante y la vulnerabilidad contenida en el rostro de Ravenna. La película explora la naturaleza destructiva del deseo y cómo el aislamiento, la envidia y la amargura pueden corromper incluso al alma más aparentemente noble. El resto del reparto, incluyendo a Rachel Weisz como la enana Cocó, que aporta un alivio cómico brillante, y a Léa Seydoux como la reina materna de Blancanieves, contribuyen a un elenco poderoso y diverso.

El guion, adaptado de la historia original de los hermanos Grimm, se beneficia de la perspectiva cambiada. La película no solo presenta una reinterpretación de la trama familiar, sino que la utiliza como un vehículo para examinar temas de género, clase social y el peso de las expectativas. La trama familiar, que siempre ha puesto en peligro a Blancanieves, se ve filtrada a través de la paranoia de Ravenna, lo que la convierte en una amenaza más constante y palpable. La película evita caer en clichés y se aventura a explorar las motivaciones de los personajes, incluso las de la antagonista. Aunque algunas subtramas pueden sentirse un poco apresuradas, la película, en su conjunto, mantiene un ritmo dinámico y un equilibrio entre momentos de comedia y suspenso. La banda sonora, de Dario Marianelli, complementa a la perfección la atmósfera de cuento de hadas oscuro y añade un elemento de sofisticación al universo visual.

“Blancanieves (Mirror, Mirror)” es, en definitiva, una película que recompensa la paciencia del espectador. No es una simple versión de un cuento infantil, sino una reflexión inteligente y visualmente deslumbrante sobre el poder, la ambición y la complejidad de las relaciones humanas. La audacia del enfoque narrativo y la interpretación de Portman la convierten en una experiencia cinematográfica memorable, que perdura mucho después de que los créditos finales han terminado de rodar.

Nota: 8/10