Bloody Axe Wound (2024)

“Bloody Axe Wound” no es una película fácil de digerir. Es, en su esencia, un ejercicio estilístico deliberadamente inquietante, un estudio de personajes tenso y una exploración perturbadora de la obsesión familiar. La película, bajo la dirección de Thomas A. Newman, se adhiere a una estética visual oscura y claustrofóbica, que evoca constantemente una sensación de incomodidad y peligro latente. Newman no busca un espectáculo visual grandilocuente; en cambio, se centra en la atmósfera, utilizando la paleta de colores apagados y la iluminación sombría para amplificar la desolación del pueblo de Clover Falls y la paranoia que se cierne sobre los Bladecut.

El guion, escrito por Daniel Johnson y Matt Harris, se basa en una premisa intrigante pero se mueve a veces con lentitud, esperando el momento oportuno para revelar sus verdades más oscuras. Si bien la tensión se construye de manera efectiva a lo largo de la película, algunas de las secuencias narrativas se sienten prolongadas, y el ritmo podría haberse beneficiado de un corte más preciso. Sin embargo, la película recompensa la paciencia del espectador con una resolución sorprendente, aunque no necesariamente satisfactoria. La trama avanza con cautela, priorizando la implicación psicológica sobre el thriller convencional. Se trata de una película que se permite deliberadamente ser ambigua y, en última instancia, invita a la reflexión sobre el legado y la moralidad.

Las actuaciones son excepcionales, con Billy Burke (conocido por su papel en “Breaking Bad”) ofreciendo un retrato magistral de un hombre consumido por sus secretos y su pasado. Su Roger Bladecut es un personaje complejo y perturbador, representando la decadencia moral a la que puede conducir la búsqueda de la fama y la fortuna a cualquier precio. La interpretación de Billy Burke es conmovedora y realista, mostrando un dolor profundo y una desesperación palpable. Jeffrey Dean Morgan aporta una presencia imponente al papel de un personaje enigmático, cuya motivación no se revela completamente hasta el final. La interpretación de Abbie Bladecut por parte de la joven protagonista es cautivadora, transmitiendo la confusión y la rebeldía de una adolescente que lucha por encontrar su lugar en un mundo dominado por las tradiciones familiares. Su evolución a lo largo de la película es plausible y convincente.

En definitiva, "Bloody Axe Wound" no busca ser un thriller de alta octanaje. Es un estudio sobre la familia, el secreto y el peso del pasado. Su atmósfera opresiva, las actuaciones sólidas y el guion con matices oscuros la convierten en una experiencia cinematográfica memorable, aunque no exenta de frustraciones por su lentitud y falta de claridad en algunos momentos. Es una película que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han rodado.

Nota: 7/10