
Blue Jay (2016)
(EN) · Drama, Romance · 1h 25m
Una Película de Alexandre Lehmann
Dónde ver Blue Jay
La película Blue Jay está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Netflix, Netflix Standard With Ads. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.
Sinopsis
Los novios de la secundaria Jim (Duplass) y Amanda (Paulson) han estado fuera de contacto por más de 20 años —pero por pura casualidad, coinciden en un supermercado en su ciudad natal en Crestline, California. La madre de Jim ha muerto y él regresa a poner en venta la casa. Por otra parte Amanda visita a su hermana embarazada. En su primer acercamiento hablan, primero tomando un café, luego una cerveza y caramelos. Antes de que se den cuenta terminan en la casa de la madre de Jim, donde todo los envía en una espiral hacia el pasado. La vida de Jim y Amanda ha tomado diferentes direcciones, y sin embargo están reconectándose como si nada hubiera cambiado
Ficha de la película
Blue Jay
EN
Xan Aranda, Mel Eslyn
Reparto principal de Blue Jay
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Blue Jay.
Críticas de la película
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“Blue Jay” (2016), la ópera prima de Andrew Semans, es un ejercicio de introspección existencial, un descenso lento y deliberado a las profundidades del recuerdo y el arrepentimiento. La película no ofrece grandes explosiones o giros argumentales; su fuerza reside en la sutil pero palpable tensión emocional que genera entre Jim (Shia LaBeouf) y Amanda (Emma Watson), dos antiguos amantes que se encuentran de manera inesperada tras dos décadas de silencio. La premisa, sencilla y casi banal, funciona sorprendentemente bien como telón de fondo para una exploración mucho más compleja de la fragilidad de la memoria, las elecciones que marcamos en la vida y las consecuencias no siempre obvias de nuestros actos.
La dirección de Semans es meticulosa y contemplativa. Se evita la dramatización excesiva, optando por un estilo visual austero y una narrativa que se concentra en los detalles: el gesto, la mirada, el silencio. La fotografía de Polly McTavish es particularmente efectiva, creando una atmósfera rural, melancólica y ligeramente inquietante. Los paisajes de California del sur, con sus casas de madera y sus calles empedradas, se convierten en personajes más que escenarios. El ritmo es lento, casi glacial, y puede resultar frustrante para algunos espectadores acostumbrados a narrativas más dinámicas. Sin embargo, este ritmo pausado es crucial para dar espacio a la evolución de la relación entre Jim y Amanda y para que el espectador realmente se sumerga en sus pensamientos y emociones.
Las actuaciones de LaBeouf y Watson son, sin duda, el corazón de la película. LaBeouf aporta una vulnerabilidad inquietante a Jim, un hombre atormentado por un pasado que no puede olvidar y que, a pesar de su esfuerzo por superar sus demonios, sigue lidiando con la culpa y el arrepentimiento. Watson, por su parte, ofrece una Amanda serena pero reservada, cuya fachada de madurez y estabilidad oculta un profundo deseo de escapar de sus propios fantasmas. La química entre los dos actores es genuina, y la tensión subyacente entre ellos se siente constantemente. La película no se limita a la simple reencuentro romántico; explora la complejidad de la amistad, la posible atracción reprimida y la dificultad de perdonarse a uno mismo.
El guion, adaptado de una novela de Delia Owens, es especialmente acertado en su tratamiento de los temas. No se trata de una historia de amor convencional. Más bien, es un estudio sobre cómo el pasado puede perseguirnos, cómo nuestras decisiones pueden tener un impacto duradero en nuestras vidas y cómo, a veces, la reconexión con el pasado puede ser tanto un alivio como una carga. Si bien la novela de Owens es más contundente, la adaptación cinematográfica captura la esencia de su tema central, aunque introduce elementos narrativos adicionales que no siempre encajan perfectamente. La película no ofrece respuestas fáciles; se limita a plantear preguntas incómodas sobre el propósito de la vida, la naturaleza del arrepentimiento y el poder del recuerdo.
En definitiva, “Blue Jay” es una película estimulante y provocadora que invita a la reflexión. No es un entretenimiento fácil, pero ofrece una experiencia cinematográfica valiosa para aquellos dispuestos a invertir su tiempo y energía en una película que se aferra a la introspección y que no teme explorar las grietas de la condición humana. Requiere paciencia y una mente abierta, pero recompensa al espectador con una experiencia cinematográfica profundamente memorable.
Nota: 7/10
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