Nacida ayer (1993)

“Nacida Ayer” es un romántico observatorio de la cultura y la modernidad, una comedia con matices agridulces que, más allá de su premisa aparentemente sencilla, ofrece una mirada fresca y, a veces, incómoda sobre la evolución social y las tensiones entre la "vieja" Washington D.C. y un nuevo despertar cultural. La película, dirigida por Richard Shepard, no busca provocar una revolución, sino que se deleita en la comicidad de las diferencias culturales, ofreciendo un retrato de personajes entrañables que se encuentran en un punto de inflexión.

La historia gira en torno a Billie Dawn, interpretada con una naturalidad exquisita por Amy Adams. Adams logra transmitir la inocencia y la vulnerabilidad de Billie, una joven de Las Vegas acostumbrada a una vida de brillo y superficialidad, que se enfrenta, de forma abrupta, a la rigidez y el protocolo de Washington D.C. Su personaje, aunque puede resultar a veces un tanto unidimensional, es la clave para entender el corazón de la película: una joven que, con sinceridad y buen corazón, intenta adaptarse a un entorno que no comprende. La actuación de Adams es solera, pero no se ve a un gran despliegue de talento interpretativo, más bien una entrega honesta y con el rostro muy expresivo.

La relación entre Billie y el periodista, interpretado por Matthew Broderick, es el núcleo de la trama y, afortunadamente, funciona muy bien. Broderick aporta un equilibrio perfecto entre sarcasmo y ternura, mostrando la evolución de su personaje, quien inicialmente se ve como un mero tutor, pero se ve progresivamente afectado por la inocencia y la vitalidad de Billie. La química entre ambos actores es palpable, y sus diálogos, a menudo ingeniosos y con un toque de humor negro, son uno de los mayores atractivos de la película. Sin embargo, el guion, escrito por Michael Schanun y Richard Shepard, si bien es fluido y entretenido, no llega a profundizar en las motivaciones de los personajes secundarios ni a explorar las implicaciones sociales más amplias de la situación.

La dirección de Shepard es precisa y favorece el tono cómico y, a veces, irónico de la historia. La película, ambientada en una Washington D.C. que se siente en el pasado, captura a la perfección el contraste entre las costumbres de Las Vegas y la formalidad de la ciudad capital. La fotografía es agradable, con colores vibrantes que resaltan el contraste entre el deslumbre de Las Vegas y la sobriedad de la capital. No obstante, la película no ofrece ninguna sorpresa narrativa y su ritmo es bastante predecible.

En definitiva, "Nacida Ayer" es una comedia ligera y agradable que ofrece un escape entretenido y una reflexión, aunque no muy profunda, sobre la adaptación y la búsqueda de identidad. No es una obra maestra, pero sí una película que puede disfrutar el público que busca una historia sencilla, con personajes simpáticos y un buen rato en el cine. Es un buen momento para verla en pantalla grande, aunque con las expectativas bien calibradas.

Nota: 6.5/10