
Kill Boy (2024)
(EN) · Acción, Suspense, Crimen, Ciencia ficción · 1h 50m
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M+ Comedia
Viernes 8 de Agosto a las 04:08
Sinopsis
Boy (Bill Skarsgård) es un joven que deberá enfrentarse a la desquiciada matriarca de una corrupta dinastía postapocalíptica que lo dejó huérfano, sordo y sin voz. Tras vivir una trágica infancia, un enigmático chamán (Yayan Ruhian) le convertirá en un instrumento de venganza y lo soltará en su lejana distopía en vísperas de la matanza anual de disidentes. Intentando encontrar su lugar, Boy se unirá a un grupo de resistencia a la vez que mantendrá intensas discusiones con el fantasma de su rebelde hermana pequeña.
Ficha de la película
Boy Kills World
EN
Sam Raimi, Roy Lee, Zainab Azizi, Stuart Manashil, Dan Kagan, Andrew Childs, Wayne Fitzjohn, Simon Swart
Reparto principal de Kill Boy
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Kill Boy.
Tráiler Oficial

Críticas de la película
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“Kill Boy” es una propuesta visceral y perturbadora, una película que se aferra a la oscuridad y al desasosiego sin escrúpulos. Dirigida por Gareth Edwards, este thriller postapocalíptico no busca ofrecer respuestas fáciles ni una narrativa convencional; en cambio, se sumerge en la disonancia, dejando al espectador incómodo y cuestionando su propia percepción de la violencia.
El film, ambientado en una distopía asolada por una corrupción sistémica y una brutalidad cruda, presenta a Boy (Bill Skarsgård) como un protagonista inusualmente frío y distante. Su personaje, marcado por una infancia traumática, es la clave de la película. Skarsgård ofrece una actuación magistral, transmitiendo con el rostro y la mirada la soledad y el aburrimiento de un niño condenado a un destino sombrío. Su actuación es minimalista pero profundamente efectiva, funcionando más como un reflejo de la deshumanización que lo rodea. La ausencia de diálogo en gran parte de la película, relegándolo a una especie de observador silencioso, intensifica la sensación de aislamiento y desconexión.
La dirección de Gareth Edwards, a pesar de su experiencia en películas de ciencia ficción más centradas en la estética visual, aporta una sensibilidad particular al relato. Edwards se centra en la atmósfera y en la construcción de mundos opresivos. Las imágenes son deliberadamente sombrías, con una paleta de colores apagados que reflejan la decadencia y el desamparo. La cinematografía es notablemente elegante, utilizando planos largos y movimientos de cámara suaves para generar tensión y una sensación de inmovilidad. No se trata de una acción constante, sino de un proceso lento y metódico de degradación.
El guion, aunque a veces lánguido, se beneficia de la ambigüedad que lo rodea. La película no ofrece explicaciones sobre el origen de la corrupción ni sobre el propósito de la “matanza anual de disidentes”. La trama avanza a través de encuentros con otros personajes, tanto aliados como enemigos, y fragmentos de recuerdos que revelan la tragedia de Boy. La inclusión del fantasma de su hermana, una figura melancólica que sirve como catalizador de sus acciones y como un recordatorio de su pasado, añade una capa de complejidad emocional al personaje.
Yayan Ruhian como el chamán es una adición esencial al reparto. Su personaje, un guía enigmático y pragmático, aporta un elemento de sabiduría ancestral y una cierta inquietante tranquilidad a la narrativa. Sin embargo, la película no se dedica a desarrollar completamente el papel de estos personajes secundarios, relegándolos a un soporte para la historia de Boy. A pesar de la atmósfera densa y las actuaciones sólidas, el guion podría haber buscado un mayor ritmo en algunos momentos, profundizando en los dilemas morales del protagonista y en las consecuencias de sus actos.
En definitiva, “Kill Boy” es una experiencia cinematográfica perturbadora e inolvidable. No es una película para todos los públicos, pero para aquellos dispuestos a sumergirse en su oscuridad, ofrece una reflexión inquietante sobre el trauma, la identidad y la naturaleza de la violencia. Es una película que permanece en la mente mucho después de haber terminado de reproducirse.
Nota: 7/10
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