Braddock: Desaparecido en combate 3 (1988)

‘Braddock: Desaparecido en combate 3’ no es una película para el espectador que busca una narrativa lineal y pulida. Es una bomba de adrenalina, un torbellino de acción incesante y, con suerte, un ejercicio de valentía que, aunque excesiva, logra capturar la esencia del heroísmo solitario. La película, que se sitúa dentro del subgénero del “buddy movie” con un protagonista en solitario, se aleja significativamente de los cánones de las entregas anteriores, optando por una escalada de violencia y una premisa tremendamente ambiciosa: Braddock, interpretado con una intensidad palpable por Mel Smith, no solo rescata a su esposa y hijo en Vietnam, sino que termina con un grupo de niños huérfanos en su poder. Este cambio de enfoque, lejos de debilitar la historia, la eleva a un nivel de complejidad moral y visual que, a pesar de su desmesura, es admirable.

La dirección de Terence Young, veterano de la Guerra de Vietnam, se basa en una estética que recuerda a las películas de guerra de la época, pero con una impronta moderna. Las escenas de acción son frenéticas y bien coreografiadas, con un uso inteligente de la cámara que intensifica la sensación de peligro. La película no rehúye de la violencia, sí, pero se la presenta con un toque de crudeza que evoca la realidad brutal de la guerra, sin caer en el sensacionalismo gratuito. Young se atreve a mostrar el lado oscuro del conflicto y las terribles consecuencias de la guerra en la infancia de estos niños. El uso del sonido, en especial los disparos y los efectos de la jungla, contribuye enormemente a la inmersión del espectador.

Mel Smith, conocido por sus roles cómicos, ofrece una interpretación sorprendentemente convincente de James Braddock. No se trata de un héroe invencible, sino de un hombre desesperado, impulsado por el amor y la necesidad de proteger a su familia. Su actuación es honesta, con momentos de vulnerabilidad que contrastan con su implacabilidad en el combate. Aunque el guion, en algunos momentos, se siente algo apresurado y recurre a clichés del género, la intensidad de la premisa y el carisma de Smith logran mantener el interés del espectador. La película, sin embargo, podría haber profundizado en el trasfondo de los niños rescatados y en las motivaciones del villano, cuya representación se queda en una figura caricaturesca, más amenazante que compleja.

En definitiva, 'Braddock: Desaparecido en combate 3' es una película de acción exagerada pero que, en su exuberancia, posee un corazón. Es una celebración del coraje y la determinación, aunque con un ritmo vertiginoso que puede resultar agotador para algunos. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí una experiencia cinematográfica memorable, que te hará sentir el rugido de la jungla y la urgencia de la misión. Es, sin duda, una entrega que se atreve a romper con las convenciones del género y a ofrecer una visión particular del heroísmo.

Nota: 7/10