Broken Arrow: Alarma nuclear (1996)

“Broken Arrow: Alarma nuclear” es, en su conjunto, una película de acción que logra equilibrar hábilmente el espectáculo visual con una tensión palpable, aunque no siempre sea una obra maestra cinematográfica. El director John Woo, conocido por su maestría en la coreografía de secuencias de acción estilizadas y a menudo vertiginosas, no decepciona, ofreciendo un despliegue de coreografías explosivas y espectaculares que son el corazón de la experiencia cinematográfica. La película no se queda en la simple acción; Woo incorpora un componente de suspense psicológico que le da profundidad a la narrativa, explorando la dinámica entre los personajes de forma interesante, aunque a veces superficial.

Las interpretaciones son sólidas, con John Travolta y Christian Slater formando una pareja que funciona muy bien en pantalla. Travolta, en un papel que le favorece, ofrece un giro en su carrera, interpretando a un piloto endurecido por el pasado y atormentado por su historial. Su personaje está bien construido y su evolución a lo largo de la película es convincente. Slater, por su parte, complementa la actuación de Travolta con una lealtad inquebrantable, aunque su personaje podría haber sido más desarrollado. El enfrentamiento entre ambos, que se convierte en el eje central de la trama, es trepidante y se siente genuinamente amenazante, fruto de la tensión dramática bien construida.

El guion, sin embargo, presenta algunas fallas. Si bien la premisa inicial – el robo de misiles nucleares – es atractiva y establece rápidamente un ritmo acelerado, la historia se vuelve algo repetitiva en su desarrollo. Las secuencias de persecución, aunque impresionantes visualmente, a menudo se sienten como un simple ciclo de explosiones y persecuciones sin profundizar en las implicaciones políticas o morales de la situación. La exploración de la moralidad de los personajes, en particular la del personaje de Hale, podría haber sido mucho más ambigua y compleja. Si bien se intenta generar una reflexión sobre el peligro de la tecnología y el poder, el mensaje final es un tanto superficial. No obstante, la ambientación en el ártico, con sus paisajes desolados y su clima hostil, contribuye a crear una atmósfera de aislamiento y peligro.

En términos de efectos especiales, “Broken Arrow” es un hito de su época. La representación de la tecnología militar y las explosiones son extraordinarias para los estándares de los años 90 y todavía impresionan. La película demuestra una dedicación considerable a la recreación realista de la tecnología, y la calidad de la animación y las simulaciones son sobresalientes. Pero, por encima de todo, es la dirección de Woo, combinada con la tensión dramática y la intensidad de la acción, lo que convierte a “Broken Arrow” en una experiencia cinematográfica memorable. Es un espectáculo visualmente impresionante que, a pesar de sus fallas, permanece en la memoria del espectador.

Nota: 7/10