Brother (2000)

“Brother” (1997) es una película que, a primera vista, parece un homenaje al género de acción de gánsteres, pero en realidad se revela como una intrigante reflexión sobre la lealtad, la identidad y la búsqueda de un sentido en el mundo del crimen. Dirigida por Takeshi Kitano, la película no se dedica a glorificar la violencia, sino a diseccionarla, mostrándonos la complejidad moral de sus protagonistas y las consecuencias de sus decisiones. Kitano, quien también protagoniza como Yamamoto, entrega una interpretación imponente y, a menudo, sutil, que equilibra la dureza con momentos de profunda introspección.

El guion, adaptado de la novela homónima de Junji Ito, es el corazón de la película. No se trata de un thriller de ritmo frenético, sino de una historia pausada y contemplativa que se centra en la relación entre Yamamoto y Ken. La narrativa no depende de giros argumentales baratos, sino de la gradual desilusión de Yamamoto al descubrir que su hermano ha caído en las mismas trampas que él mismo ha evitado con tanta dificultad. La película es deliberadamente lenta a veces, lo que podría frustrar al espectador acostumbrado a la acción desenfrenada, pero esta lentitud permite que el personaje de Yamamoto se desarrolle de manera completa y que el público pueda conectar con sus motivaciones. El contraste entre el código del honor japonés y la brutalidad del tráfico de drogas en Los Ángeles es el eje central de la trama y se presenta con una honestidad impactante.

Las actuaciones son impecables. Además de la ya mencionada interpretación de Kitano, el joven Hiroyuki Sanada como Yamamoto ofrece un retrato matizado de un hombre atormentado por su pasado y preocupado por el futuro de su hermano. La química entre los dos actores es palpable, lo que intensifica el drama de la historia. El resto del elenco secundario también cumple con creces, aportando profundidad y credibilidad al mundo que Kitano ha construido. Particularmente, la actuación de Ryuichi Sakamoto como el matón silencioso, pero implacable, es una joya que se integra perfectamente en la atmósfera de la película.

Visualmente, "Brother" es una película muy cuidada. La fotografía de Kazuo Miyazawa es sobria y elegante, capturando la luz y la atmósfera de Los Ángeles de una manera que realza la sensación de desolación y alienación. La banda sonora, compuesta por Masanori Nakatani, es igualmente efectiva, utilizando melodías tradicionales japonesas y música electrónica para crear un ambiente inquietante y melancólico. La película evoca un ambiente de elegancia decadente, donde el lujo y la violencia coexisten de manera inquietante.

Aunque no es una película para todos los públicos, "Brother" es una obra maestra del cine de gánsteres. Es una película inteligente, provocadora y, sobre todo, humana. No trata de buscar soluciones fáciles, sino de plantear preguntas difíciles sobre la naturaleza del bien y del mal, y sobre el precio de la lealtad.

Nota: 8/10