BTS: Yet to Come in Cinemas (2023)

“BTS: Yet to Come in Cinemas” no es simplemente una proyección de un concierto; es una experiencia inmersiva que intenta, con un éxito notable, reivindicar el fenómeno que BTS ha sido y sigue siendo. El film, un condensado del espectáculo realizado en Busan, se presenta como un corte cinematográfico especial, un "remix" visual y auditivo de un evento monumental para el grupo. El director, aunque no especificado en la información disponible, ha logrado capturar la energía desenfrenada del concierto y transmitirla con una eficacia sorprendente al gran formato. La elección de utilizar un material previamente grabado y editado para el streaming no es una limitación, sino una oportunidad para pulir la experiencia, para enfocarse en la coreografía, la iluminación y, sobre todo, en la conexión palpable entre los siete miembros y su público.

El guion, o más bien, la estructura narrativa, es implícita. Se centra en la pura vivacidad del evento, permitiendo al espectador sentirse parte del bullicio, de la electricidad que recorre el recinto. No hay diálogo, ni narración, lo que podría parecer una debilidad, pero en realidad amplifica la intensidad de las imágenes y la música. La edición es, sin duda, clave para el éxito de la película. La rapidez del montaje, combinada con los cortes precisos, mantiene la atención del espectador y crea un ritmo frenético que imita el pulso del concierto. Se notan claramente los esfuerzos para optimizar las imágenes, buscando nuevos ángulos y primeros planos que permitan apreciar la complejidad de la coreografía y la expresión facial de cada miembro del grupo.

Las actuaciones, por supuesto, son el núcleo de la película. Ver a los siete BTS en acción, interactuando entre ellos y con el público, es un lujo para cualquier fan. La cámara se acerca a sus cuerpos en movimiento, capturando la fuerza y la agilidad con que ejecutan sus coreografías. Es evidente la preparación, el trabajo en equipo y la dedicación que han puesto en cada movimiento. No es sólo una puesta en escena; es una demostración de su talento y de su conexión como banda. Las canciones, desde los éxitos consagrados como “Dynamite” y “Butter” hasta “IDOL” y las del álbum “Proof”, están cuidadosamente seleccionadas para crear un recorrido por su trayectoria. La selección musical, en su conjunto, cumple su función de mantener el interés y de evocar recuerdos en el público, tanto para aquellos que han seguido de cerca su evolución como para los nuevos fans.

A pesar de ser un material preexistente, la transformación a cine se siente como un esfuerzo considerado. La producción ha sabido optimizar la materialidad existente, resaltando la belleza de los movimientos, la interacción entre los miembros y la atmósfera vibrante del concierto. El uso del audio binaural es un acierto, sumergiendo al espectador en la experiencia sonora, haciéndole sentir realmente presente en el recinto. “BTS: Yet to Come in Cinemas” no pretende ser una biografía ni un documental exhaustivo; es una celebración, un homenaje a su capacidad para conectar con su público a través de la música y el baile. Es un espectáculo para los fans, y una oportunidad para que el resto del mundo redescubra la magia de un grupo que ha cambiado el panorama musical.

Nota: 8/10