Budapeste (2009)

“Budapeste” es una película que, desde el primer minuto, se presenta como una invitación a un viaje de descubrimiento, no tanto a nivel geográfico, sino a una profundidad de lo oculto. La propuesta de Olivier Assayas es intrigante y, en general, efectiva, aunque carente de la audacia narrativa que a veces nos gustaría de su filmografía. La película se instala como una intrigante pieza de suspense psicológico, construida con una meticulosa lentitud que, a veces, puede resultar algo frustrante para el espectador. Es una película que exige atención y recompensa con una atmósfera opresiva, una sensación constante de que algo terrible está a punto de suceder, incluso cuando no es evidente.

La dirección de Assayas es magistral en la creación de la atmósfera. Budapest se convierte en un personaje más, una ciudad melancólica y decadente, impregnada de humedad y un pasado turbulento. La cinematografía de Thierry Fréget es impecable, utilizando la luz y la sombra para generar tensión y resaltar la belleza sombría de la ciudad. La banda sonora, minimalista pero efectiva, contribuye a esa sensación de inquietud. Sin embargo, a pesar de esta meticulosa puesta en escena, la trama principal, la búsqueda del lenguaje secreto, a veces se siente un poco desvinculada del resto de los elementos. El desarrollo del misterio se siente, en ocasiones, deliberadamente lento, lo que podría resultar excesivo para algunos espectadores.

Las actuaciones son sólidas, destacando especialmente la química entre Giovanna Antonelli y Paolla Oliveira. Antonelli, en el papel de Gabriella Hámori, aporta una elegancia y una fragilidad que contrastan con la dureza del mundo en el que se encuentra. Oliveira, como la misteriosa y enigmática Helena, es simplemente cautivadora, aportando un aire de peligro y un encanto oscuro. Pero, la actuación de José Costa como Costa, el escritor brasileño, es menos convincente. Su interpretación, a pesar de la complejidad del personaje, carece de la intensidad necesaria para sumergirnos completamente en su experiencia. Se le ve algo distante y su evolución emocional no es tan palpable como podría ser.

El guion, aunque rico en detalles y con una base sólida en leyendas y mitos, necesita un mayor pulido. La construcción del lenguaje secreto y la justificación de su poder son, en algunos momentos, algo artificiosos y carentes de la profundidad que se esperaba. Se recurre, a veces, a explicaciones que resultan un poco rebuscadas y que restan fuerza a la trama. La película explora temas como la identidad, el pasado y el poder del lenguaje, pero no profundiza lo suficiente en ninguno de ellos. Se siente como si estuviera buscando la profundidad sin llegar realmente a alcanzarla. Es una película que plantea preguntas interesantes, pero no ofrece respuestas satisfactorias. Aunque la premisa es sólida y la atmósfera única, el guion esconde algunos fallos.

A pesar de sus fallos, “Budapeste” es una experiencia cinematográfica interesante y visualmente impactante. Es un thriller psicológico con una atmósfera particular y algunas buenas actuaciones. Si se busca una película que requiera atención y que ofrezca una visión oscura y melancólica de la ciudad de Budapest, “Budapeste” puede ser una opción interesante. Sin embargo, no es una obra maestra y tiene margen de mejora.

Nota: 6.5/10