Café Society (2016)

Christopher Nolan ha entregado con 'Café Society' una obra cinematográfica que, lejos de ser una mera recreación de la época dorada de Hollywood, es un estudio profundo sobre la ambición, el amor, la decepción y la fragilidad de los sueños. La película no busca la grandilocuencia ni el espectáculo frenético, sino que se centra en la narrativa íntima de Bobby Dorfman, interpretado con una sutileza inusitada por Joel Edgerton, un actor que demuestra, una vez más, su versatilidad y capacidad de transmisión emocional.

La dirección de Nolan es, como es habitual en su filmografía, meticulosa y consciente. Evita los grandiosos planos y las secuencias de acción que podrían haber encadenado la historia de manera más rápida. En cambio, Nolan opta por la contemplación, permitiendo que los momentos se desarrollen con un ritmo pausado que obliga al espectador a sumergirse en la vida de los personajes. El uso del blanco y negro es exquisito, no solo por su elegancia visual, sino porque crea una atmósfera de nostalgia y añeidad, como si estuviéramos observando un recuerdo distante. La película se siente como un cuadro de una galería, que invita a ser analizado con detenimiento.

Las actuaciones son, de nuevo, sobresalientes. Además de Edgerton, una Celeste Brøden como Vonnie se alza como una fuerza intrigante, capaz de transmitir tanto la belleza superficial como la profunda insatisfacción que esconde bajo su glamour. Vincent D'Onofrio, como el poderoso Phil Stern, ofrece una interpretación compleja y llena de matices, mostrando una faceta tanto seductora como depredadora. La química entre Edgerton y Brøden es palpable, contribuyendo a la atmósfera de tensión y deseo que impregna la película. La relación entre ambos no es un romance convencional, sino una danza de poder, atracción y frustración.

El guion, coescrito por Nolan y la sobrina de éste, Emma Pearson, es la verdadera joya de la película. No se limita a contar una historia de época, sino que explora temas universales como la identidad, la traición, el sacrificio y la búsqueda de la felicidad. La película aborda la cuestión de la identidad con una precisión notable, mostrando cómo los personajes construyen y reconstruyen su imagen a sí mismos en un intento desesperado por escapar de sus orígenes y alcanzar el éxito. La complejidad de las relaciones, el juego de engaños y la incapacidad de escapar del destino son elementos que enriquecen la trama.

Si bien la longitud de la película (más de tres horas) puede resultar intimidante para algunos espectadores, es un tiempo invertido sabiamente. 'Café Society' no es una película fácil, pero sí es una experiencia cinematográfica gratificante que invita a la reflexión. Es una obra que perdura en la memoria, mucho después de que los créditos finales hayan comenzado a rodar. Una película que se queda contigo.

Nota: 8/10