“Calamity” es un western revisionista y, en muchos aspectos, sorprendentemente inteligente que se atreve a reexaminar los arquetipos del género con una sensibilidad que hoy en día es fundamental. La película no se limita a replicar los clichés de la persecución, el duelo o el salvaje oeste; en cambio, se centra en Martha Janes, una mujer que, en 1863, decide desafiar las expectativas sociales y asumir un rol tradicionalmente masculino: el de conductora de un carruaje. Esta elección inicial, aparentemente sencilla, se convierte en el motor de una historia cargada de matices y que explora temas como la independencia, la identidad y las consecuencias de romper con las normas establecidas.
La dirección de Matthew B. Roberts se distingue por una fotografía exquisita que captura la belleza agreste y a veces desoladora del paisaje americano. La película no rehuye la dureza de la vida en el oeste, mostrando las condiciones climáticas extremas, el trabajo agotador y la constante amenaza de la naturaleza. Sin embargo, esta dureza se equilibra con momentos de serenidad, casi contemplativa, que revelan la soledad y la reflexión que acompaña a los personajes. La banda sonora, minimalista y evocadora, complementa a la perfección la atmósfera visual y narrativa, intensificando el impacto emocional de las escenas.
El corazón de la película reside en la actuación de Sienna Miller. Su interpretación de Martha es nada menos que magistral. Miller logra transmitir la tenacidad y la determinación de su personaje, así como su vulnerabilidad y sus dudas internas. El cambio de Martha, desde una joven insegura y dependiente hasta una mujer segura de sí misma y con una voluntad férrea, es un proceso gradual y creíble que se desarrolla a lo largo de la película. El resto del reparto, incluyendo a Ben Foster como el gruñón pero leal sheriff Jebediah, también ofrece interpretaciones sólidas, pero es Miller quien realmente captura la atención y genera empatía en el espectador.
El guion, adaptado de la novela homónima de Mark Sullivan, es quizás el aspecto más fuerte de “Calamity”. No se limita a contar una historia de acción, sino que profundiza en la psicología de los personajes y en sus motivaciones. La película plantea preguntas sobre el papel de la mujer en la sociedad, las consecuencias del colonialismo y la ambigüedad moral del “héroe” del oeste. A pesar de sus momentos de solemnidad, la película también ofrece momentos de humor, principalmente a través de las interacciones entre Martha y Jebediah, que aportan un contrapunto refrescante. Sin embargo, la trama a veces se vuelve un poco lenta y se podría haber beneficiado de una mayor claridad en algunos de sus aspectos más complejos.
A pesar de algunas pequeñas imperfecciones, “Calamity” es una película que merece la pena ver. Es una historia original, bien realizada y con una fuerte carga emocional. Se trata de un western que desafía las convenciones del género y que nos invita a reflexionar sobre el papel de la mujer en la historia y las consecuencias de nuestros actos. Una película inteligente, visualmente impactante y, sobre todo, profundamente humana.
Nota: 7.5/10