Captives (2024)

“Captives” (Prisioneras), dirigida por Claire Denis, no es una película que te deja indiferente. Se trata de una experiencia cinematográfica intensa, deliberadamente incómoda y profundamente arraigada en el contexto histórico y social de la Francia de finales del siglo XIX. La película, ambientada en un asilo de mujeres, explora temas complejos como la locura, la libertad, el género y las expectativas sociales, pero lo hace con una honestidad brutal y una estética visualmente impresionante que la convierten en una obra memorable, aunque no fácil de digerir.

El film se centra en Fanni, interpretada magistralmente por Léa Seydoux. Su personaje, una joven cuya situación es a la vez misteriosa y desesperada, evoluciona a lo largo de la película. Seydoux logra transmitir tanto la vulnerabilidad como la determinación de Fanni, haciéndola increíblemente humana a pesar de las circunstancias extraordinarias en las que se encuentra. La relación entre Seydoux y Inés de Beauvallier, quien interpreta a la figura matriarcal del asilo, es el núcleo emocional de la película. La química entre ambas actrices es palpable, creando una dinámica cautivadora que permea cada escena. Es una interpretación que, más que dar respuestas, plantea preguntas sobre la naturaleza de la razón y la cordura.

La dirección de Denis es precisa y metódica. El ritmo de la película es lento y deliberado, permitiendo que el espectador se sumerga completamente en el mundo del asilo. La ambientación es impecable, con una fotografía exquisita que evoca la opulencia y el decadente glamour de la época, contrastada con la atmósfera claustrofóbica y perturbadora del asilo. El diseño de producción, la dirección artística y la fotografía, en conjunto, logran construir un espacio que se siente como un personaje más. La banda sonora, evocadora y llena de matices, complementa a la perfección la atmósfera inquietante de la película.

El guion, adaptado de la novela de Marcel Proust, no ofrece respuestas fáciles ni soluciones definitivas. El tratamiento de la locura es particularmente interesante: no se presenta como una enfermedad paralizante, sino como una forma de resistencia a las limitaciones impuestas por la sociedad. La “Fiesta de los Locos”, un evento social en el que participan políticos, artistas y clases altas, se convierte en un símbolo de la hipocresía y el engaño de la época, exponiendo la desconexión entre la apariencia y la realidad. La película utiliza la locura como una lente para examinar las estructuras de poder y las dinámicas sociales. El guion, aunque a veces lento, es inteligente y provoca la reflexión sobre la libertad individual y la identidad.

En resumen, “Captives” es una película compleja y desafiante que exige una atención plena del espectador. No es una película para el entretenimiento ligero, pero ofrece una experiencia cinematográfica única, que permanece en la mente mucho después de que los créditos finales han rodado. Es un logro artístico notable que establece a Claire Denis como una de las voces más importantes del cine contemporáneo.

Nota: 8/10