Cashback (2007)

“Cashback” es una pequeña joya de cine independiente que emerge de la oscuridad del insomnio para ofrecer una reflexión sutil y, sorprendentemente, profundamente conmovedora sobre la soledad, la rutina y la búsqueda de significado. La dirección de Rob Wasson es notablemente delicada, con un enfoque en la atmósfera y el estado emocional de sus personajes. No se trata de un espectáculo visual grandilocuente; más bien, Wasson construye un mundo cotidiano, banal incluso, pero infundido con una belleza melancólica. La película se basa en la observación, en la fotografía que captura los pequeños detalles del supermercado y las expresiones faciales de sus empleados, transformando lo mundano en algo casi poético.

El guion, coescrito por Rob Wasson y Ben Stiller (sí, ese Ben Stiller), es inteligente y evita los clichés. No intenta ofrecer respuestas fáciles o narraciones grandiosas. En cambio, explora la condición humana a través de las pequeñas historias de los personajes que se cruzan en el turno de noche del supermercado. El diálogo es realista, a menudo incómodo, pero genuino. La trama central, la obsesión de Ben por detener el tiempo y su atracción por Sharon, la cajera, sirve como un vehículo para examinar la rutina de sus vidas y sus deseos insatisfechos. Hay un cierto nerviosismo palpable en el guion que se transmite al espectador, una sensación de que algo está a punto de romperse.

El elenco es excelente. Matt Bumar el protagonismo, como Ben Willis, entrega una actuación sutil pero poderosa. Su interpretación transmite la desesperación y la vulnerabilidad del personaje con una autenticidad admirable. La actuación de Sarah Paulson como Sharon es particularmente memorable. Paulson logra transmitir una calma inquietante, una sensación de que hay algo oculto tras su exterior callado. La dinámica entre Ben y Sharon es el corazón de la película, una conexión improbable que se desarrolla a medida que ambos se enfrentan a la monotonía y la soledad. Los actores de reparto también brillan, aportando un colorido y una variedad de personalidades a la vida del supermercado.

“Cashback” no es una película que te dejará con respuestas definitivas, sino que te invita a reflexionar. Se trata de un retrato realista y emotivo de la vida cotidiana, de las frustraciones y las pequeñas alegrías que se encuentran en los lugares más inesperados. Aunque a veces puede sentirse lento, la atmósfera introspectiva y la ejecución impecable hacen que la experiencia cinematográfica sea muy satisfactoria. No es una película para todo el mundo, pero para aquellos que aprecien el cine que busca la verdad en la simplicidad, “Cashback” es una joya digna de ser descubierta.

Nota: 7/10