Casi divas (2008)

“Casi divas” de Alejandro Mateo es, en esencia, un pequeño drama de aspiración, disfrazado de comedia negra y ambientado en el torbellino del mundo del casting. Mateo, con su experiencia en la industria, logra crear un microcosmos de competitividad, ambición desmedida y la extraña lógica de la industria cinematográfica. La película no busca ser una sátira mordaz, sino más bien, un retrato crudo y, a veces, cruel, de las personas que sueñan con la fama y están dispuestas a ir hasta el final para conseguirla. Lo que le da fuerza a la narrativa es la tensión palpable que Mateo genera desde el principio, una atmósfera cargada de desconfianza y rivalidad entre las cuatro candidatas a interpretar al papel central.

El guion, aunque no resulta particularmente original en su premisa, se beneficia de diálogos ágiles y diálogos contundentes que revelan la personalidad de cada personaje. La historia se centra menos en una trama compleja y más en las interacciones y dinámicas entre las protagonistas. Se presta mucha atención a la construcción de estos personajes, otorgándoles motivaciones creíbles, aunque a veces exacerbadas por el deseo de alcanzar la cima. Se observa una tendencia a la exageración, lo que, en ciertos momentos, se siente un tanto forzado, pero que encaja con el tono general de la película. Se juega con el cliché de la "novia del productor" como un personaje envidioso y manipulador, pero la actriz, interpretada con una gran dosis de sarcasmo, resulta ser un personaje complejo y con el que es relativamente fácil identificarse, lo que añade una capa extra de interés a la trama.

Las actuaciones son, en general, sobresalientes. Todas las cuatro actrices aportan una interpretación convincente y la química entre ellas es genuina, lo que se traduce en escenas muy disfrutables. Sin embargo, el verdadero punto fuerte es la interpretación de la protagonista, una joven con una fragilidad y una determinación que la convierten en el corazón de la película. Su evolución a lo largo de la trama es especialmente interesante, mostrando cómo su sueño se ve afectado por las decisiones de las demás aspirantes y por la presencia omnipresente de la "diva". La dirección de Mateo es precisa y se nota su dominio del ritmo, sabiendo cuándo aumentar la tensión y cuándo ofrecer momentos de humor. Utiliza la cámara con habilidad, especialmente para capturar las miradas de los personajes, que son un reflejo de sus pensamientos y emociones más profundas. Se evitan excesos visuales, priorizando la intensidad dramática y las situaciones conflictivas.

En definitiva, “Casi divas” es una película que no pretende revolucionar el género, pero que sí consigue entretener y provocar una reflexión sobre la obsesión por la fama y la importancia de la autenticidad en un mundo donde las apariencias a menudo engañan. Es un ejercicio de dirección sólido, respaldado por actuaciones talentosas y un guion que, si bien tiene margen de mejora, ofrece una visión interesante de la industria del cine.

Nota: 7/10