“Cat Person” no es una película que te deje con una sonrisa fácil. Es, en cambio, una experiencia cinematográfica incómoda, inquietante y sorprendentemente poderosa que, a la manera de su base literaria, explora las más profundas complejidades de la intimidad, el deseo y las expectativas, especialmente en el contexto del mundo moderno del dating. La película, adaptada del relato corto homónimo de Kristen Roupenian, se aferra a la atmósfera de desasosiego que define la obra original, amplificando la discomfortabilidad que se siente durante toda la proyección.
La dirección de Félix de Lespinasse es notablemente contenida, pero esto no disminuye su impacto. Evita el sentimentalismo excesivo y la melodramatización, optando por una presentación minimalista que favorece la tensión psicológica. La cámara se mueve con cautela, a menudo centrada en los rostros de los protagonistas, Ruby (Ruth Ware) y Thom (Jesse Plemper), capturando sus micro-expresiones, sus miradas furtivas y la creciente incomodidad entre ellos. El uso de planos cerrados es particularmente efectivo, permitiendo al espectador sumergirse en sus pensamientos y, a veces, en su confusión.
Las actuaciones son, en general, sólidas, pero Jesse Plemper como Thom destaca por su inquietante ambigüedad. No es un villano ni un héroe tradicional; su personaje es un enigma, un hombre con una visión del mundo que se muestra a menudo distante e incluso insensible. Ruth Ware, por su parte, ofrece una interpretación matizada de Ruby, una joven que lucha por definir sus propias necesidades y deseos en un mundo que la bombardea constantemente con expectativas predefinidas. La película, a veces, se centra en la representación del silencio, en la incomunicación sutil que permea la relación y que es, quizás, más perturbadora que cualquier diálogo explícito.
El guion, adaptado por Shannon Kennedy, se mantiene fiel al espíritu del relato de Roupenian, aunque inevitablemente le da un ritmo y una estructura cinematográfica. La película se adentra en los procesos mentales de los personajes, revelando sus inseguridades, sus miedos y sus deseos ocultos. La cinta explora, con una honestidad brutal, la dinámica de poder que se establece entre ellos, mostrando cómo la búsqueda de validación y aceptación puede llevarnos a tomar decisiones que, en retrospectiva, nos parecen equivocadas. La película no ofrece respuestas fáciles; simplemente plantea preguntas incómodas sobre la naturaleza de las relaciones, el consentimiento y la responsabilidad personal.
En última instancia, "Cat Person" es una obra que persiste en la mente después de que termina los créditos. Es una película que obliga a reflexionar sobre las intenciones subyacentes detrás de nuestras acciones, y sobre la importancia de escuchar nuestras propias voces en medio del ruido de las expectativas externas. No es una película para todos, pero para aquellos que disfrutan de las narrativas incómodas y reflexivas, “Cat Person” es una experiencia cinematográfica que valdría la pena.
Nota: 8/10