Catwoman (2004)

“Catwoman” es, quizás, una de esas películas que se recuerda más por su existencia que por su calidad. Dirigida por Michael Anderson, y estrenada en 2004, la película intenta tomar un personaje icónico de DC Comics y transformarlo en una heroína de acción moderna, pero el resultado es una mezcla desconcertante de elementos pulp, ciencia ficción y drama, que no logran cohesionarse de manera satisfactoria. La premisa, centrada en Patience Philips (Halle Berry), una diseñadora gráfica que se transforma en Catwoman, posee cierto potencial, pero el guion se deja llevar por un ritmo irregular y por ideas desaprovechadas.

Halle Berry ofrece una actuación convincente como Patience, transmitiendo eficazmente la vulnerabilidad y el miedo iniciales de su personaje. La metamorfosis en Catwoman, aunque visualmente decente en su momento, es la parte más interesante de la película. Sin embargo, la película carece de la sutileza y la complejidad que se esperaría de un personaje tan emblemático. La transformación se siente más como un truco de efectos especiales que como un proceso gradual y psicológicamente profundo. La estética, aunque intenta ser estilizada, a veces se siente forzada y artificial. La película podría haber sacado más provecho de una exploración del trauma de la transformación y el impacto psicológico en Patience.

Lambert Wilson, como el despiadado y megalómano George Hedare, proporciona una presencia amenazante. Sharon Stone, en un papel relativamente reducido, ofrece una dosis de carisma como la supermodelo Laurel. Pero la película se centra demasiado en la trama de conspiración corporativa, relegando a los personajes secundarios a roles secundarios. Frances Conroy, en el papel de Ophelia Powers, la mentora de Catwoman, aporta una ambigüedad intrigante al personaje, pero su arco narrativo es prematuro y no se desarrolla completamente. La película se pierde demasiado en detalles de trama que no son esenciales para la historia principal.

En términos de dirección, Michael Anderson intenta crear una atmósfera de suspense y misterio, pero a menudo se limita a escenas de acción genéricas, carentes de originalidad y emoción. La banda sonora, aunque decente, no logra elevar la película por encima de su mediocridad general. El principal problema reside en la falta de un enfoque claro. La película parece estar dividida entre la ambición de crear una película de superhéroe, la reinterpretación de un personaje icónico, y una historia de conspiración corporativa. No logrando, como resultado, un equilibrio consistente entre estos elementos, lo que conduce a una experiencia cinematográfica frustrante para el espectador. “Catwoman” es, en definitiva, una oportunidad perdida para explorar un personaje fascinante de manera creativa y original.

Nota: 4/10