Causa justa (1995)

“Causa Justa” (Just Cause) no es un thriller criminal convencional. Es una película que, si bien posee elementos de suspense y drama legal, se erige como un retrato visceral de la injusticia, la ignorancia y la dificultad de cuestionar el poder. Dirigida por Gale Hudson, la película se atreve a desafiar las expectativas del espectador, llevando al público a la incómoda realidad de cómo la verdad puede ser silenciada por el miedo y la conveniencia.

La película se centra en Bobby Earl, interpretado magistralmente por Joe Pesci. Pesci ofrece una actuación increíblemente sutil y compleja. Su Bobby no es un criminal despiadado, sino un hombre atormentado por su pasado y la constante sombra de la sospecha. La clave del éxito de la película reside en la gradual revelación de su inocencia, que no se presenta de forma explosiva, sino a través de momentos de introspección, recuerdos fragmentados y una profunda desconfianza en las instituciones. Hudson consigue transmitir la desesperación y la soledad de Bobby, haciendo que el espectador se involucre emocionalmente en su lucha.

Paul Armstrong, interpretado por Samuel L. Jackson, es el abogado que asume el caso. Jackson aporta la autoridad y la determinación necesarias, pero también un cierto cansancio, reflejo de la batalla contra una corriente implacable. La relación entre Armstrong y Bobby es el corazón de la película. No es una relación de amistad o confianza inmediata, sino una asociación pragmática basada en la necesidad de la verdad. El guion, en general, es sólido y bien construido, aunque en algunos momentos puede resultar un tanto lento. La película se toma su tiempo para desarrollar los personajes y la atmósfera, y esto, en última instancia, contribuye a su impacto emocional.

La dirección de Hudson es notable, especialmente en la creación de la atmósfera opresiva y claustrofóbica de la pequeña ciudad de Texas. La película juega con la luz, el color y el sonido para intensificar el sentido de aislamiento y desesperanza. La fotografía, con tonos apagados y contrastes marcados, realza la sensación de que estamos presenciando un juicio que ya está condenado. La música, discreta pero efectiva, acompaña la narrativa sin interrumpir el ritmo. Aunque el caso legal se desarrolla con cierta rigurosidad, lo verdaderamente poderoso de "Causa Justa" reside en su exploración de la moralidad, la política y la incapacidad de una comunidad para afrontar la verdad cuando ésta resulta incómoda. La película invita a la reflexión sobre la importancia de cuestionar las narrativas dominantes y la fragilidad de la justicia.

Nota: 7.5/10