¡¡¡Caverrrrnícola!!! (2004)

“¡¡¡Caverrrrnícola!!!” no es, precisamente, una obra maestra de la taquilla. Más bien, es un ejercicio de cine de bajo presupuesto, una comedia de errores que, paradójicamente, logra ser sorprendentemente entretenida. La película, ambientada en una prehistoria idealizada y poco realista, se centra en la confrontación entre dos tribus, los Cabellos Limpios y los Cabellos Sucios, cuyo único conflicto parece ser el tema del higiene personal. La premisa, aunque inicialmente parece ridícula, funciona en gran medida gracias a la dirección de Peter Abellan, quien se atreve a abrazar el absurdo con una energía contagiosa. Abellan no se toma a la seriedad a la ligera y esta decisión, en lugar de ser una debilidad, se convierte en el principal atractivo de la película.

Las actuaciones son, en su mayoría, deslumbrantes. La interpretación de Albert Pla como el líder de los Cabellos Limpios, un personaje pomposo y obsesionado con la limpieza, es magistral. Su torpeza y su desesperación por mantener la tradición de su pueblo son cómicas y, a su vez, conmovedoras. El resto del elenco secundario también entrega un trabajo sólido, aunque algunos personajes terminan perdiendo fuerza en la medida en que la trama avanza. Sin embargo, la química entre Albert Pla y Daniel Lassalle, quien interpreta al líder de los Cabellos Sucios, es palpable y añade una capa de humor inteligente a las dinámicas entre las tribus.

El guion, por supuesto, es el punto más débil de la película. La trama se desarrolla de forma lineal, casi infantil, y carece de profundidad. Los diálogos son a menudo torpes y forzados, aunque el humor negro presente en algunas situaciones consigue salvarlos. La película se aferra a la comedia de situación, sin profundizar en las motivaciones de los personajes o en las implicaciones del primer asesinato en la historia de la humanidad. Se limita a presentar una sucesión de gags y situaciones cómicas, sin ofrecer ninguna reflexión más allá de la crítica social sutil sobre la obsesión por la higiene y el estatus social.

A pesar de sus defectos, “¡¡¡Caverrrrnícola!!!” merece la pena ser vista. La dirección de Peter Abellan, las actuaciones convincentes y la energía contagiosa de la película compensan con creces las carencias del guion. Es una comedia de errores, sí, pero una que logra ser original, divertida y, a su vez, sorprendentemente inteligente. No esperemos grandes despliegues cinematográficos, pero sí una experiencia entretenida y, en ocasiones, inesperadamente ingeniosa. La película, que se inscribe claramente en la comedia de artes marciales con un toque de crítica social, es una apuesta arriesgada que, en el fondo, tiene sentido. Es un cine que no se toma en serio a sí mismo, y eso, paradójicamente, es lo que lo hace tan divertido.

Nota: 6.5/10